prólogo

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Se cuenta que en una época lejana, en un inexplorado lugar fuera de los límites territoriales de México, existe una zona más antigua que la mismísima Atlántida, en la que habitaba una civilización muy adelantada a su época, que del mismo modo que la ciudad perdida, desapareció inexplicablemente.
Son tan escasos los restos de esta, que se cree que no es más que una leyenda, como la que mi abuelo solía contarnos...

Éramos más jóvenes en ese entonces, Itzel y yo nos sentabamos a escuchar por horas las historias que el abuelo César tenía para contarnos.
Él nos habló de aquella civilización, y de los conocimientos que ellos (supuestamente) poseían, tales como la muerte, y lo que existe después de ella.
Él nos decía que la muerte se puede manifestar en diversas formas físicas, y pasar desapercibido entre la gente, y que la muerte no estaba sola, pues tiene muchos "Hermanos".
En México, la muerte tiene diversas representaciones, como el catrín, el charro negro, la catrina, la santa muerte, "la flaca", "la calaca"... Miles de formas que los mexicanos usamos para hacer burla de ella.

Pues aquella civilización, poseía múltiples conocimientos sobre aquel tema, y justo eso es lo que mi abuelo nos contaba.
"Hace mucho tiempo, en una época olvidada por los libros de historia, en un lugar inexistente en nuestros mapas, habitaba una civilización considerada un mito  debido a la escasa información que se tiene sobre la misma
"En aquella civilizació, existía la creencia en dos fuerzas hermanas encargadas del baalance del universo.
El nombre de dichas fuerzas ya ha sido olvidado, son el equivalente al Ying y el Yang de la cultura oriental, y se dice que cada determinado tiempo, éstas fuerzas adoptan forma humana y se manifiestan en nuestro mundo..."

lo que se oculta tras las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora