C.R.U.E.L (Minho x thomas)

5

Valentine comenzaba a hacer sus planes, quería acabar completamente con todo lo que su amigo O'Brien había amado. Jacob la había fastidiado con él, había traicionado completamente su confianza de hermandad, diciéndole que lo delataría con la policía sobre sus crímenes sobre venta de drogas y prostitución. Y eso había acabado con su vida hace mucho tiempo, además de que Valentine ahora le guardaba rencor a su familia y quería destruirla, a pesar de que ya había matado a Jacob. Una increíble venganza.
Valentine se lamió los labios, su plan era perfecto. Primero mataría a su esposa y después lo haría con su hijo, pero este sufriría más. Primero lo ocuparía como prostituta y después se desharía de él matándolo.

-¿Otra vez con tus planes de venganza, padre?- Lya se acercó a él. El moreno miró a su hija con orgullo.

-Mi querida Lya, ¡estas de regreso!- su hija se había ido al extranjero para terminar sus estudios en Italia. Pero tenía un pasado oscuro. Desde su infancia había adoptado el carácter terrible de su padre y también su sangre asesina. Algo que causaba terror en su madre que claro al tratar de escapar de Valentine había sido encerrada en el sótano de la casa. Claro que a Lya no le había inportado. Su madre para ella era como basura que podía desecharse. Algo increíblemente inhumano. ¡Estaba loca!.

-Si mi querido padre...- con una sonrisa se acercó a abrazarlo y besarlo en su mejilla con delicadeza.

-¿Cómo te fué en italia?

-Maravilloso!, es una hermosa ciudad, algo que deberías ver algún día!- sus ojos brillaban con admiración. Su padre sonrió.

-Eres mi orgullo mi niña.- se acercó a besar su frente. Ella lo miró con una sonrisa.

-¿Y bien que has pensado para recuperar nuestros documentos?, Ya sabes sobre nuestra red de venta, papi

-Todo está resuelto, he decidido contratar a nuestros chicos.- Una sonrisa de satisfacción e impaciencia se formó en los labios de Lya, eso solo significaba una cosa.

-¿Podré ver a Minho padre?- este la miró con su ceja levantada.

-¿Qué tiene de especial ese chico, mi niña?, ya te dije que...

-Pero sabes que amo a Minho papá!- su padre suspiró.

-Esta bien mi niña, pedire que lo veas- corrió a abrazarlo.

-¡Te amo papi!- Su padre sonrió y una vez más besó la frente de su hija.

♡♡♡♡♡♡♡♡

Minho no quería entrar para nada a su habitación. No quería ver al pequeño mocoso que estaba amarrado en su cama. Pero tenía que hacerlo si quería dormir. Solo lo ignoraría. Giró la perilla de la puerta y entró, sus ojos se posarón directo a su cama, el mocoso ya no estaba.
Entró en pánico, ¿Dónde estaba?.
Lo buscó con la mirada por todos lados, no había rastro en el baño ni en ninguna parte. Estaba a punto de dar la alerta de escape, cuando vió un bulto en el suelo del otro lado de la cama, que respiraba con un poco de difilcultad.
Se acercó a él y trato de levantarlo. ¿Cómo se había liberado?. Vio que las cadenas aún estaban algo cerradas pero ya no tan fuerte como antes. Cuando las tocó, sintió un líquido en ellas. Era sangre, su tono rojizo era inconfundible. Se acercó a Thomas y verificó sus muñecas. Estaban moradas y sagrando, aunque no mucho, al parecer su sangre había servido para quitarselas. Se mordió el labio. ¿Acaso ese mocoso estupido quería morir?.
Lo tomó en brazos y lo dejó con cuidado en la cama, corrió por el botiquín de primeros auxilios que guardaba detrás del espejo del baño y corrió para curar sus muñecas. 
Estaban algo moradas, ya sangraban poco, algo que de alguna manera había tranquilizado al pelinegro. Puso una benda en cada muñeca después de haber colocado algo para que se cerraran los pequeños cortes que tenía. Su respiración se normalizo un poco algo que calmó a Minho. Se fijo en la comida, no había tocado nada.
Se rascó la nunca con desesperación y después de suspirar lo tapó con las cobijas. Se sentó a su lado, miró como la respiración de Thomas ya estable levantaba su pecho en un tranquilo sube y baja. ¿Qué pensaba ese chico?. Claro que a nadie le gustaba ser secuestrado de la nada, pero se lastimaba más el mismo que sus secuestradores.