C.R.U.E.L (Minho x thomas)

1

Pov Thomas

Me levante temprano ya que Newt, Teresa y yo habíamos acordado salir a un pequeño viaje a Australia.

Hace mucho que quería ir ahí , algunas personas me asombraban diciéndome que Sidney era un lugar de oportunidades. los 3 estamos en universidad estudiando medicina. Siempre soñé con eso desde que mi padre murió de una enfermedad terminal cuando tenia 10 años me dije que encontraría la cura, y así sera.

En estos momentos estoy tratando de observar mi habitación para guardar otra cosa mas en mi maleta, pronto llegaría Newt.
Suspire al escuchar a alguien tocar la puerta.

—¿Puedo pasar?— se escucho una voz femenina sin ninguna duda era mi madre.

—Adelante...— mi madre entro a mi habitación.

—¿Estas listo,thomas?— pregunto ella sonriendo me.

—Si, solo esperare a que Newt llegué... — Sonreí.

Ella corrió a abrazarme —Cuidate mucho...— la escuche sollozar.

—Lo haré madre, pero por favor no llores regresare pronto...— Sonreí mientras aun me abrazaba.
Ella asintió y luego se separo de mi para luego tomar mi mejilla con delicadeza y luego darme un beso en la frente.
Volvió a sonreír.

El claxon del auto de Newt sonó, había llegado.

—Bueno madre me tengo que ir regresare pronto...— ella asintió.
Baje las escaleras corriendo estaba muy emocionado.

Abrí la puerta y me encontré con Newt estaba en el asiento del conductor.

—corre Thomas , Teresa ya nos esta esperando en el aeropuerto...—

Asenti, le pedí de favor que abriera la cajuela de su auto y luego metí las maletas junto a las de Newt, después me subí al auto y me senté en el asiento del copiloto,me despedí de mi madre con una mano por medio de la ventana y luego Newt arranco hacia el aeropuerto.

25 minutos mas tarde...ya nos encontrábamos en el aeropuerto, buscando a Teresa por todos lados.

—¿Donde esta?...— pregunto alterado Newt. —el vuelo pronto saldrá y no la encontramos por ningún lado del aeropuerto—.

—No lo...oh ¡Ahí esta!— grite —¡Teresa!—

Teresa escucho mi grito y corrió hacia nosotros.

—¡Chicos!— grito alegre —Al fin los encuentro.— suspiró.

—¿Donde estabas? Perderemos el vuelo...— Newt la miro molesto.

—Lo siento, estaba comprando algo de comer... — Teresa ríe.
Yo también reí, Newt solo rodó los ojos y luego comenzó a reír.
Teresa era una comelona de primera, aunque en personas que acababa de conocer no lo hacia notar.

Los 3 corrimos a toda prisa, el vuelo pronto saldría;por fortuna lo alcanzamos, nos encontrábamos ya en nuestros asientos riendo.

No se cuando me había quedado dormido, comenze a recordar ese momento en el que jugaba a la pelota con mi padre, seguramente me encontraba durmiendo con una sonrisa en ese momento.

Empecé a oír mi nombre mi lejanamente, la voz cada vez mas se intensificaba de pronto comenze a sentir unas manos sacudiéndome.

—¡Thomas! ¡Despierta!— era Newt, desperté de golpe.

—¿Que paso?— me talle los ojos y lo mire.

—¡Hemos llegado!...— me grito emocionado y luego me obligó a mirar a la ventana, era hermoso en verdad presentí por un momento que algo malo sucedería pero luego lo olvide viendo con Newt y Teresa me miraban emocionados, yo Sonreí.

Llegamos a una casa en Sidney con vista al mar que habíamos rentado, cada uno eligió su habitación ,yo me quede con la que estaba justo frente al mar, el atardecer se podía apreciar desde ahí no recuerdo cuando fue la ultima vez que ví un paisaje tan hermoso. Me instale rápidamente y luego salí de la habitación.

—¡Chicos!— llame a Newt y a Teresa.

—¿Si?— preguntaron ambos al mismo tiempo.

—Seria una gran idea si conocemos Sidney, ¿No lo creen?— Sonreí.

—¡Si!— grito Newt emocionado —De noche la ciudad se a de ver fabulosa, además podría conseguirme una novia— ríe.

—¿Tu? Ni en mil años— Teresa comienza a reír al igual que yo.

Newt solo nos fulmino con la mirada y luego camina hacia la puerta.

—Bueno, ¿Nos vamos?— pregunta molesto

—Oh vamos Newt no te enojes solo era una pequeña bromita... — Teresa ríe.

Newt la mira de reojo, y luego ríe.

—¡Vamos! La noche sera muy larga...— Teresa y yo asentimos y luego los 3 salimos de la casa para conocer Sidney.

Pero nunca pensamos que las cosas cambiarían drásticamente.