Alby se despertó con los rayos del sol tocando su cara, había dormido de maravilla por primera vez en tanto tiempo.

Siempre pesadillas sobre su infancia lo atormentaban, pero por alguna razón desde que el rubio había sido llevado por él a su habitación. Estas ya no aparecían tan seguido.

Ya era el día en que tenía que ver a Valentine. La verdad la reunión no le agradaba mucho, pero si se trataba de dinero no tenía ningún derecho a no aceptarla.

Ese trabajo había sido creado con el proposito de que los chicos y él vivieran de la mejor forma posible, aunque aveces Alby se lamentaba de los crimenes que cometían, pero si eso era para sobrevivir, no tenía ninguna opción.

Se levantó de la cama, el pequeño rubio a su lado seguía durmiendo. Su respiración subía y bajaba estable, algo que de alguna manera hizo sonreír al moreno.

Su cara era tan tranquila y linda, algo que se sorprendió de pensar, nunca nadie le había llamado la atención como ese chico ahora, y menos alguien que el secuestrara. Se sintió culpable al recordar el secuestro del chico.

Se llevó una mano a la cabeza, ¿Qué le pasaba?, ¿Porqué se preocupaba por un chico al cual acababa de conocer?, era rídiculo. Se mordió el labio y fue hacia el baño para darse una ducha y ponerse listo para la reunión de esa tarde.
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Brenda se había quedado toda la noche despierta, le pesaban los ojos y miraba aún preocupada a Teresa la cual se movía en la cama como si tuviera pesadillas y quisiera alejarlas.

Tocó de nuevo su frente, seguía caliente. Se mordió el labio, ¿Porqué era tonta para haberse mantenido tanto tiempo sentada en la ventana?, se paró furiosa de la cama y comenzó a caminar de un lado a otro en la habitación.

-¡No!, ¡No!- Teresa se movía de un lado a otro, Brenda volteó a mirarla, se acercó y puso su mano sobre la de ella.

La chica comenzó a calmarse y recuperó su respiración estable, Brenda suspiró de alivio y volvió a traer otro pañuelo con agua para cambiarle a Teresa el que tenía en su frente. Esta formó una sonrisa en sus labios al sentir el frío algo agradable del pañuelo.

Brenda sonrió y luego sorprendida salió de la habitación. ¿Qué ocurría? ¿Qué le pasaba?.

Confundida decidió ir a la cocina por un café para poder despertarse mientras dejaba a la pelinegra descansando en la cama para que recuperara fuerzas.

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La luz del sol le dió a Minho en los ojos. Molesto se volteó al otro lado para no tener que ser molestado por la luz del sol. Pero aún así su alarma del teléfono comenzó a sonar despertándolo por completo.

Vió la hora y se dió cuenta de que aún era temprano, después se fijo en que ya era el día en que tenían que ir con Valentine. No quería verle la cara pero había solicitado que todos se reunieran con él sin ninguna excepción.

Se paró de la cama y después posó su vista en la puerta del baño que aún seguía cerrada, se acordó de ayer, cuando había ayudado al castaño a recuperarse.

Las palabras que había dicho ayer si habían sido algo que Minho no quería decir en realidad. Pero aquel castaño lo había fastidiado tanto que había soltado aquellas palabras que de alguna forma lo habían herido.

---Oye...sal de ahí--- suspiró del otro lado de la puerta, no escuchó respuesta por parte del otro. ---, Oye...¿Me escúchas?--- comenzó a preocuparse. Todavía el castaño no estaba de buena forma debido a que no había comido.

C.R.U.E.L (Minho x thomas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora