Bieber Enterprises [RML] [JB]

Capítulo 7 "¿Cómo luce él?"

Cuando llegué a mi habitación, después de darme un baño y ponerme pijama, sin perder más tiempo me lancé a la cama.

Que día de locos.

A la mañana siguiente, salí de mi habitación y me dirigí a la sala, la puerta del balcón estaba abierta y pude ver la cabellera rubia de Camila, me acerque a ella.

—Buenos días—dijo Camila con una sonrisa, después le dio una mordida a su manzana.

—Buenos días—dije bostezando.

—Luces bien hoy, ¿dormiste cómoda?

—Pensándolo bien, si, no tuve pesadillas—dije rascando mi barbilla.

—Eso es un buen comienzo. Ahora por favor, ve y alístate.

Sonreí y asentí, tengo que prepararme para ir al trabajo, me di una ducha rápida, y me cambié con una falda negra ceñida al cuerpo formal a media rodilla, y una camisa azul marino igual ceñida al cuerpo, después recogí mi cabello, y pinté mis labios color rojo.

—Buenos días—dijo Rose cuando pase por su puesto en el pasillo.

—Buenos días Rose.

Después de eso, caminé a mi oficina, en cuanto tomé asiento, prendí la computadora y me dispuse a revisar todos los correos electrónicos.

Abrí el primer mensaje que vi.

Nuevo e-mail de Justin Bieber.

"Hola Loren, estaré fuera de la oficina por los dos siguientes días. Por favor repórtate con Aleksandr durante esos dos días.
La lista de tareas están adjuntas con este correo."

Fuera de la oficina por dos días, entonces estos días serán más suaves.

Seguí haciendo mis tareas del día, no me di cuenta y ya habían pasado algunas horas, ya era tiempo del almuerzo así que me dirigí a la cafetería.

Cuando llegué a la cafetería m di cuenta que Rose no estaba, así que supuse que se encuentra muy ocupada con el trabajo, por lo que me dispuse a comer sola.

El día esta pasando muy rápido pero algo apagado, por alguna razón extraño al señor Bieber.

No se porque, pero intercambiamos una loca química, y hablo de lo laboral.

La habitación de comida luce bastante apagada, le di una mordida a mi emparedado de atún.

—Hola ahí—dijo Aleksandr acercándose a mi mesa.

Casi me ahogo con mi emparedado cuando lo veo frente a mi. Ay hombre, espero que esto vaya bien, considerando lo mala que soy para las charlas pequeñas, solo espero que vaya bien.

—Bien, comiendo sola ¿he?

—Si, todos estaban ocupados—dije encogiéndome de hombros.

—Bueno, no me preguntaste—dijo con una sonrisa.

¿Qué? Me atraganté con la comida.

—¿Estás bien? No quise asustarte—dijo poniendo su manos enfrente disculpándose—Espera—dijo y se dió media vuelta.

A los segundos regreso con un vaso de plástico color rojo con agua y me lo entregó.

Lo bebí rápidamente.

Él me miró de una manera graciosa, sus ojos se están burlando, pero no puedo leer sus expresiones.

—¿Te importa si me siento?—sin esperar mi respuesta tomó asiento a mi lado.