<<Ave atque vale, Jocelyn Fairchild.>>
Luke citó las palabras con tristeza cerrando los ojos de la cazadora. Toda esta misión había sido para rescatarla, y sin embargo, todo salió diferente y terminó perdiendo a la persona que siempre había amado. Dejó un beso en su frente y se alejó del cuerpo sin vida de Jocelyn.
En medio de la ruinas una sombra caminaba con cierta lentitud y cojeando, Simon fue el primero en darse cuenta de su presencia.
- ¡Cuidado! - advirtió poniéndose a la defensiva. Jace se puso a su lado con un cuchillo serafín en su mano izquierda.
La sombra se acercaba poco a poco hacia ellos. Los ojos brillantes de Magnus se abrieron de par en par, corrió empujando a Jace.
- ¡Rapha! - se lanzó hacia él abrazándolo con fuerza.
- Oye, vas a romper mis huesos, brujo. - gruñó y Magnus rió.
- Lo siento. - hizo una mueca y se apartó.
- Suerte que estés vivo, vampiro. - Jace le dedicó una sonrisa y Rapha se limitó a hacer un gesto amable.
- Bueno ya hemos terminado aquí, nos vamos. - anunció Isabelle.
- Oh, no. No lo harán. - la voz de Diana sorprendió a todos incluyendo a Luke.
En sus manos había un raro aparato con cinco botones pequeños. Jace gruñó.
- Ay por favor, ¿en serio sigues viva?
- Jace... - advirtió Clary.
- Oye, salvamos al mundo, un gracias estaría bien. - se quejó Magnus.
- Gracias.
- De nada. - el brujo sonrió con satisfacción.
- Merecemos algo después de todo.
- 10 años menos en la cárcel.
- Raziel dame paciencia. - murmuró Isabelle poniendo los ojos en blanco.
Magnus canturreaba algo mientras ponía un poco de purpurina en sus ojos. Los guardias sólo lo veían con extrañeza. Diana había cumplido dándole más comodidades en su celda y con ello venía un gran kid de maquillaje.
La risa de Isabelle era una melodía para Simon, quiénes ahora estaban recostados en la cama cómoda, Simon recibía tres porciones de sangre al día e Isabelle conservaba sus botas con enormes tacones que tanto le gustaban, pero claramente estar con Simon era lo mejor de todo.
Clary se aferró a los brazos de Jace profundizando su pasional beso, al final al igual que Isabelle y Simon, se les había permitido compartir la celda y tener ciertas preferencias en aquel lugar. Aunque lo único que le importaba a Jace era estar siempre cerca de Clary.
Un maullido atrajo la atención de Magnus, se inclinó hacia abajo recogiendo al pequeño gato, Presidente Miau, lo había nombrado Magnus. Con el gato en su mano, caminó hacia la cafetera retirando una taza de ella y sorbiendo en contenido caliente.
Una explosión lo hizo tirar la taza de café la cual se estrelló con fuerza en el piso, Presi se aferró a él. Hombres vestidos de negro atacaban a los guardias haciéndolos caer uno a uno. Una mujer un poco alta de piel azul comenzó un conjuro frente a su celda, Magnus se percató de que la mujer era una bruja y que la conocía.
Las salvaguardas de su celda cayeron y un hombre abrió la puerta entrando en la celda, Magnus sintió un poco de curiosidad y extrañeza, no sabía que estaba ocurriendo.
El hombre se quitó la mascarilla, los ojos de Magnus se iluminaron como dos faros de luz verde. Una de las cosas que jamás olvidaría iba a ser ese alborotado y despeinado cabello negro, esa piel suave pálida y esos inigualables ojos azules en los cuales constantemente se perdía.
- ¡Garbancito! - gritó con alegría y se lanzó a abrazarlo aún con Presi en sus brazos, el gato maulló por el impredecible apretón que sufrió.
- Hola, mi amor. - Alec rodeó las caderas de Magnus con fuerza. - Te dije que te iba a sacar de aquí costará lo que costará. - Magnus chilló de alegría.
- Aku cinta kamu, Alexander. - susurró.
- También te amo, brujito.
Alec buscó la cara de Magnus entre su hombro y cuando lo hizo juntó sus labios con los de Magnus, saboreando por completo su boca, el sabor a café hizo estremecer el cuerpo de Alec, apretó el cuerpo de su novio contra el suyo tanto como el gato que sostenía le dejará. Su lengua recorrió con desesperación la boca del brujo, aferró sus dientes a los labios de él haciéndolo jadear. Un hilito de sangre cubrió los labios de ambos y solamente cuando el oxígeno se hizo necesario se separaron.
- Nos vamos a casa, brujito. - susurró contra sus labios. Antes de marcharse y huir de aquel lugar del cual sabían que los iban a estar persiguiendo.
...
Fin.
Vale fue corto, pero aún falta el epílogo. 💙
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Cariad, Madness und Gefor. (Malec)
Fanfiction~ Completa. ~ Alec Lightwood puede estar malditamente desquiciado y loco, pero cuando se trata de su novio Magnus Bane, haría hasta lo imposible para protegerlo y conservarlo a su lado. Magnus se encuentra encerrado en una prisión de alta seguridad...