10. ♠️

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- ¡Magnus cúbrete! - gritó Isabelle.

Magnus iba a hacer un movimiento, pero se detuvo.  Por la parte trasera de helicóptero se encontraba Alexander Lightwood riendo como un loco y disparando flechas al azar. Los ojos de Magnus brillaron.

- ¡No! - gritó Diana.

Luke trató de activar la pequeña bomba que había en el cuello de Magnus, pero nada pasaba.

- ¡Desactivaron la bomba! - Diana gruñó.

Magnus corrió y como pudo saltó hacía el helicóptero. Alec bajó y se detuvo en la puerta del trasera, abrió sus brazos y recibió a Magnus. Ambos estaban a la vista de los demás.

- ¡Mátalo! - gritó Diana a Jace. - lanza un maldito cuchillo y mátalo. Tu puntería es perfecta.

- No lo haré... Es el novio de mi hermano. A demás me cae bien.

Diana tomó a Clary y puso un cuchillo en su cuello y Jace pareció tensarse. - Es la vida del brujo o la de Clarissa.

- No hagas caso a lo que dice, Jace. - susurró Clary y Diana apretó más el cuchillo contra su piel.

- Hazlo, Herondale. - Jace gruñó.

Sacó un cuchillo serafín, se concentró en Magnus, quién estaba de espaldas abrazando a Alec, y aventó el cuchillo con toda la fuerza que pudo.

El cuchillo se clavó justo a un lado de donde estaba Magnus. Alec lo miró y su sonrisa se borró.

- Fallé. - soltó Jace con enojo. - Y encima ahora mi loco hermano me odiará.

Diana suspiró frustrada y dejó ir a Clary.

- ¡Garbancito! - gritó Magnus por segunda vez llenando a Alec de besos.

En ese momento se separó de Alec y lo observó. Alec iba raramente vestido con un traje e incluso hasta una pajarita traía en el cuello de la camisa. Magnus lo miró con ternura.

- Oh, Alexander. - ronroneó. - ¿Te has arreglado por mí?  - ha de saberse que Alec siempre acostumbró a vestirse son suéteres y pantalones despintados, pero ese día era especial, especial porque había recuperado a Magnus.

- Sabes que haría cualquier cosa por tí, mi amor. - dijo Alec y lo besó profundamente.

- Aquí Wrayburn. Necesito que derriben ese helicóptero, ¿Escucharon? Lo han secuestrado. ¡Derribenlo! - Diana gritó por un pequeño micrófono dando instrucciones a los demás cazadores que rondaban cerca.

Algo estalló cerca del helicóptero haciendo que Magnus y Alec se separaran.

- Nos están atacando señor. - gritó el cazador que iba piloteando. Alec gruñó y otros disparos se dirigieron a ellos.

- Bebé, tenemos que saltar ¿sí? - le habló con calma a su brujo.

- Está bien, Garbancito. - dijo antes de darle un beso rápido. Alec lo miró con tristeza. - ¿Qué ocurre?

En cuanto Magnus dijo eso, Alec lo empujó con fuerza del helicóptero, cuando Magnus iba cayendo los labios del cazador formaron dos palabras; Te amo. Entonces Magnus cayó y a unos kilómetros vió como el helicóptero explotaba.

Los ojos de Magnus se llenaron de lágrimas. No, no, no. Repetía una y otra vez, pero para su maldita desgracia Alexander se había ido.

Su llanto se volvió desgarrador, no podía creer que acabará así, que ellos acabarán así.

- Están muertos. - dijo Diana mientras se veía los pedazos del helicóptero.

Jace miró a Isabelle con una profunda tristeza. Una lágrima cayó por la mejilla de Izzy y Simon la abrazó.

Cariad, Madness und Gefor. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora