5. ♠️

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- ¿Estás segura de ésto? Diana, es muy jodidamente arriesgado, ¿Qué sí alguno de ellos te desobedece?

- Tranquilo Luke, lo tengo todo, ellos no escaparan, confía en mí.

- ¿Tan buenos son? Porque sabes que yo podría conseguirte a los mejores cazadores.

- Los mejores cazadores y subterráneos que hay son ellos, Lucian. Te recomiendo que te tranquilices.

• • • • •

Ella corría por el profundo bosque, sabía que sí se detenía las cosas empeorarían tanto para ella como para todos en el mundo de las sombras. Cazadores de sombras oscurecidos trataban de acorralarla, ella luchaba con todo lo que podía.

Pero ya no pudo hacerlo cuando su hijo, Jonathan, se puso frente a ella. En una mano la copa mortal y en otra una espada.

Jocelyn cayó de rodillas frente a él, sus ojos llenos de lágrimas y con el cuerpo temblando miró a su hijo.

- Oh, mi Jonathan. ¿En qué te has convertido?

- En alguien que tiene la visión de hacer un mundo mejor, libre de esos demonios, libre de esos repugnantes subterráneos. Madre, yo quiero que los cazadores de sombras sean quiénes gobiernen.

- Pero mi bebé, eso no parece ser posible. Sabes que no debemos romper el balance natural en el mundo de sombras.

- Madre, madre. En vista de que no tienes la misma visión que yo, creo que habrá de obligarte. - Jocelyn suspiró, sabía que ya era su hora, sabía que no iba a poder persuadir a Jonathan.

Oscurecidos rodearon a Jocelyn, por mucho que ella forcejeó no la dejaron ir. Jonathan se acercó con la copa mortal en sus manos.

- Lo siento mucho, madre, pero esta es la única forma en la que puedes estar de mi lado.

Tomó a la fuerza la barbilla de su madre y le hizo abrir la boca. Jocelyn trataba de mover su rostro, tenía en mente lo que su hijo iba a hacer en aquel momento.

Sangre corrió por los labios de ella, y sin quererlo tragó de aquella sangre, sangre de demonio. Al instante su cuerpo comenzó a sentirse hirviendo, un hormigueo la recorrió antes de sentir su cuerpo pesado. Sus párpados no pudieron más y se cerraron.

Al abrirlos tenían un opaco color rojo
rodeaba su iris, una sonrisa desquiciada se formó en sus labios, miró a Jonathan y él la miró complacido.

- Ahora, madre, ¿Estás dispuesta a ayudarme a acabar con cualquier nefilim que se interponga en mi plan?

- Lo estoy, todo sea por un mundo de sombras mejor, sin esos asquerosos subterráneos.

- Eso es. Ven conmigo madre. - estiró la mano y Jocelyn la tomó.

• • • • •

En el momento en el que Luke conoció a Jocelyn, se enamoró perdidamente, él estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. Pero no sabía que Jocelyn le había ocultado un enorme secreto, el cual era que Jocelyn tenía dos hijos; Clary y Jonathan.

Clary para Luke era solamente una cazadora de sombras criminal con habilidades únicas. Él admiraba la forma de pelear de ella, y en algunas ocasiones notaba un poco de parecido de la chica con Jocelyn, pero jamás llegó a conocer la verdad. O eso creía.

• • • • •


Jace soltó un gruñido y comenzó a forcejear con las ataduras sobre sus muñecas y tobillos. Un guardia acercó la silla en la qué estaba amarrado a una mesa con distintos maletines, jeringas, computadoras y demás cosas.

Un hombre con bata y guantes blancos se acercó a Jace con una aguja en mano. Jace abrió los ojos y comenzó a maldecir.

- Oye, oye. Te juro que sí me tocas con esa cosa te voy a mataa... ¡ah! - gruñó de nuevo cuando la aguja salió de su cuello. - ¿Qué demonios es eso?

- Listo. - una mujer asintió a la pantalla de una computadora.

Mientras alejaban a Jace - el cual iba amenazando de muerte a todo aquel que se cruzaba en su mira - una mujer llegó empujando otra silla con ataduras, estás mantenían en su lugar a Isabelle.

- Duhg, su sistema de transporte es un asco. Me temo que voy a tener que demandar está porquería de... - un pequeño piquete en su cuello la hizo saltar. - ¡Auch!

- Ya está. El que sigue.

Después de unos minutos, la identidad de los tres cazadores y un subterráneo estaban registradas en un sistema extraño - según Simon - en el cual podían ver su localización.

- Esperen. Falta uno. - gritó Lydia Branwell, quien estaba a cargo de revisar que todo estuviera bajo control.

- ¡Hola, hola mis amores! - gritó la inigualable voz de Magnus Bane.

Lydia condujo la silla donde Magnus estaba atado hacía la mesa en la cual les estaban colocando unos rastreadores.

- Uy, eso no se ve agradable. - sonrió mientras pinchaban su cuello. Hizo una mueca cuando un pitido confirmó que ya estaba colocado en rastreador. 

Mientras guiaban a todos por un pasillo al aire libre donde todas sus cosas personales esperaban una mujer rubia se acercó a Magnus.

- Esto te lo manda el señor A. - deslizó un teléfono móvil por la mano de Magnus. - No lo pierdas.

Magnus comenzó a reír escandalosamente. Miró a la mujer y dijo; - Estás muerta.  - y continuó riendo.

La rubia lo miró con miedo y fue retenida por unos guardias.

- ¿Qué quieres decir? - forcejeó. - ¡Magnus! ¡¿Qué significa eso?! - la mujer fue llevada lejos de ahí y Magnus solo reía.

Y en realidad no tenía sentido lo que Magnus decía en ese momento, o tal vez sí...

...

Okey mis amores, tomé la decisión de seguir con las adaptaciones, solo que en Sweek, ahora solo regalenme unos pocos días para avanzar todo lo que ya teníamos en cuanto esté todo listo les doy mi usuario para empezar de nuevo. ♥️

Nos leemos después, galletitas. 💕

Cariad, Madness und Gefor. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora