Final 2/2

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—Dígame... hola—No puede ser... debo estar soñando o muerto. De verdad es él.

—H-Hola—Respondí con un hilo de voz.

—Pasó tiempo ¿No?— No lo tomé en cuenta y lo abracé casi inconscientemente, todavía no creo que esté aquí y vivo. Mi madre me seguía asegurando de que estaba muerto—Yo igual te extrañé—Ahora que me abrazó sigo creyendo que esto no es real y que es solo un sueño... Pero se siente tan bien que no confío ni de mí mismo.

—¿De verdad es tu?¿O esto es un sueño?— Dije mirándolo a los ojos.

—Si lo soy... deja de apretar mi cintura que me haces cosquillas— Aún no lo puedo creer, tengo que tocarlo para saber si es verdad o no. Y creo que con lo que me dijo ya estoy pensándolo un poco más.

—Eres de mentira—Llevé mis manos a su cara. Comencé a llorar a penas lo rocé— Mi mamá dijo que te habían disparado—

—Lo sé... Temo decirte que ella ideo ese plan. Aunque igual me dispararon esa vez— Puso sus manos en las mías para bajarlas. Por alguna razón las dejamos juntas en todo momento, él no paraba de mirarme y menos yo. Esto es un sueño.

—¿Por qué?— Apreté su agarre.

Suspiró algo nervioso— Me dijo que me iba a matar si me acercaba a ti. Después de que fuéramos a rescatarte no me dejó en ningún momento hablar contigo—Apreté su mano, pero esta vez fue de rabia, no debería odiar a mi madre por que ella me crío y todo, pero esto no lo voy a dejar pasar—Aush mi mano—

—Perdón...— Lo solté de inmediato. Él rió al ver mi cara de preocupación.

Limpié mis lágrimas y inevitablemente puse mi palma en su cara— Esto es mentira— Reí como un loco.

—No lo es... estoy aquí—Tomó mi mano y la llevó a mi pecho— Y tú también— Sonrió volviéndome a abrazar, esta vez estoy más convencido de que si es real, pero mi duda sigue ahí.

—Samuel, si no vas a cocinar dímelo para hacer yo el pedido— Una chica alta se acercó a nosotros, tomó varias cosas y se las llevó al otro lado de la cocina— Vayan a dar un vuelta por ahí y luego vuelve al trabajo—

—¿Trabajo?— O no... dejé a Lucas solo en la tienda. Tengo que volver a mi lugar antes de que me mate—M-Me tengo que ir—

—¿A dónde?— Solté la mano de Samuel.

—A mi trabajo, me van a despedir si no me ven ahí—Me quedé un tiempo mirando la cara de Samuel, se ve igual que hace 2 años, no a cambiado nada.

—Espérame, te acompaño—

—No no... estás trabajando, afuera hay mucha gente—Negó.

—Vayan tranquilos, yo puedo con ellos— Habló la chica moviendo un par de sartenes.

—Lo vez... Rita se puede encargar. Ahora déjame ir contigo, necesito hablar aunque sea un poco—Asentí nervioso. Finalmente dejó todo lo que tenía puesto en un mueble y salió conmigo del restaurante.

(...)


De camino a la ferretería fuimos hablando de lo que nos venía a la mente, era imposible tener una conversación con un solo rumbo, en todas se terminaba cambiando de tema a una más fuerte.

—Oye dime... ¿Es verdad que mataste a tus padres?— No me pregunten como fue que me acordé de eso, pero igualmente me atreví a preguntarle.

¿Qué clase de secuestro es este? (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora