¿Qué clase de secuestro es este? (Wigetta)

XV

—Mamá, déjame ir con Samuel—

—No... él no es una persona muy buena para tí—

—¿Por qué dices eso? Él es bueno conmigo—

—No lo es... te digo que no y vas a tener que hacerme caso—

—Pero dime porqué es malo—

—No te incumbe, ve a jugar por ahí y deja de molestarme que estoy trabajando—

—No quiero, me voy a aburrir y odio estár solo—

—Tendrás que acostumbrarte, no siempre tendrás a alguien para hacerte compañía—

—No digas eso, Samuel prometió que siempre lo estaría y tú no me dejas ir con él—

—Hijo me estoy enojando, hazme caso si no quieres que te castigue—

—No me importa, yo quiero estár con Samuel y no me lo vas a impedir—

—Si pones un pie fuera de esta casa consideraré castigado—

—Te dije que no me importaba. Aunque no lo hago si me dices por qué Samuel es malo—

—Ahg... está bien, te lo diré. Él mató a su familia. Eso es—

—Como puede ser eso posible. Sus papás están en el trabajo—

—Ellos no son sus verdaderos padres. Lo adoptaron hace unos años. Ahora no preguntes más y ve a tu habitación—

—No, igual quiero ir con él—

—¡Guillermo... hazme caso y entra a la casa!—

—¡No, tú estás trabajando y no tengo con quién jugar!—

Que sueño más extraño... ¿Será un recuerdo o solo fantasía mía? Debería preguntárselo a Samuel ¿Pero si es verdad? No, no... mejor me quedo cayado.

Esperen... ¿Qué hago en mi cama?¿No me había quedado dormido en el sofá?.

—Deja de moverte. Me pegas con el yeso—Salté al escuchar la voz de Samuel detrás mío. Lo miré algo nervioso, se me hace raro encontrarlo en mi cama en las mañanas— ¿Soñaste algo feo?—Preguntó estirando su cuerpo.

—No lo sé...— No sé si contarle el sueño. Podría ser cierto y además despertaría alguna herida interna de él ¿Qué cosa le puedo decir para que deje de preguntar?... Mierda que complicado— C-Creo que lo olvidé—

—Está bien— Se acurrucó más en mí apretando mi estómago con su brazo—¿Ya quieres levantarte?— Asentí.

—Oye...—¿Le digo o no? ¿O mejor intento escribirlo en el cuaderno? hace días que no escribo en él y con mi mano así es casi imposible, pero necesito hacerlo.

—Dime—

—No, nada... ¿A qué hora vienen por mi?—Tengo que distraerme con otra cosa. Pero creo que lo que le dije fue peor.

—Como a las 12, así que tenemos que preparar todo para cuando lleguen —Salió de la cama sin ánimos— Voy a preparar tu última comida antes de que te vayas— Sin más se fue de aquí.

Creo que iré rápidamente por el cuaderno, tengo que escribir eso antes de que me vaya o estaré pensando en ello todo el tiempo.

(...)

—Ya está todo, tu ropa y también algo de comida para el camino. Te mantendrá tranquilo si tienes hambre por los nervios—Es todo el día a estado pendiente de mi como si fuera un bebé, lo que me molesta un poco—Cuídate y no dejes que te hagan nada—

—Samuel, voy a estár bien. No te preocupes—Le sonreí intentando mostrarle la seguridad de mis palabras.

—Te creo, pero con recordartelo no pierdo nada—Me dio un largo besó en los labios. Creo hubiera durado un poco más, pero golpearon la puerta haciendo que no termináramos separando—Ya llegaron por ti— Dijo yendo a abrir la puerta, pero antes de que lo hiciera volví a juntar mis labios con los de él en un beso corto pero necesario.

—Estaré bien—Acomodé mi mochila para que no cayera.

Ya cuando abrió, 2 personas entraron rápidamente, una de ellas se quedó con Samuel diciéndole algunas cosas y la otra me llevó hacía el auto negro que me llevaría a la casa del viejo verde. Solo espero que el camino no sea largo y que Samuel le avise a mi madre o a Rubén para que partan con el plan de inmediato. Aunque yo tengo una pequeña ayuda que me será muy útil.

(...)

Después de 3 horas de viaje pude bajar del auto, de inmediato estiré mis piernas. Tanto tiempo estando en la misma posición se durmieron un poco.

—Joven, venga conmigo. Lo esperan en la entrada— Comencé a seguir a la señora que me pidió que la acompañara. Al llegar a la entrada de la casota estaba el sujeto que me compró tiempo atrás. No tengo ganas de que ni me mire, ojalá no salga con sus cosas de depravado ahora. La verdad que internamente estoy llorando al no poder salir de ésta situación rápidamente.

—Pero miren a la lindura que ha llegado a casa— Mierda, había olvidado ese apodo asqueroso.

—Hola— Respondí secamente. Él creo que reprimió su enojo, solo se acercó a mí y pasó su mano por detrás de mí para colocarla en mi cintura atrayéndome a él.

—Hueles bien, parece que De Luque hizo un buen trabajo. Bueno... tenemos algunos inconvenientes con tu brazo, pero lo demás está bien— Siento mucho asco, no se como todavía no está muerto, hasta yo mismo me mataría si actuara así.

Solo me dediqué a sonreír para no tener tanto contacto o con él. Pero creo que eso no durará demasiado, en algún momento tendré que entablar alguna conversación para darle la pastilla.

—Precioso, ve a tu nueva habitación, ahí las mucamas te dejaron la ropa que usarás mientras esté aquí contigo— Hay no... no quiero imaginar la cosa que querrá que me coloque. Pero bueno... ya falta poco.

Fui a mi habitación acompañado de un chico que se notaba que era una especie de mayordomo, me indicó cual era la puerta y después se fue sin más. Al entrar abrí la boca asombrado por el tamaño de esta. Es como la sala donde vive Samuel. Pero en comparación de que tiene una sola ventana y con rejas, también el color de esta es algo extraño para mi gusto ¿A quién le parece bonita un cuarto rojo con negro? Es como si fuera gótico o algo por el estilo.

Pero bueno... voy a ver que me dejaron para colocarme y me quedaré a pensar en cómo es que le daré esa cosa a este tipo.

Cuando llegué a la cama me quedé sin palabras... al ver la ropa me dieron ganas de vomitar ahí mismo. Era como la de las mucamas, pero más corta y con diseños súper extraños.

—¿De verdad quiere que me coloque esto?—Dije en un susurro, estoy seguro de que habrá alguien espiando lo que hago, así que mejor me la coloco y fin del asunto, dejo de pensar en lo horrible de esto y me centro en mi plan—Al menos tiene un bolsillo—

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Pico pa perico :v