XII

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Después de decir eso, Samuel no me dijo nada, solo se quedó mirandome, seguramente impactado por tales palabras.

—C-Chiqui...¿Me hablas en serio?—Dijo después de reaccionar.

Inmediatamente se levantó de la cama quedando delante de mí.

—SÍ, muy en serio. Ya sabes... no quiero que después te terminen buscando para matarte—Después de hablar eso último, Samuel se demoró en responder, pero para mí parecieron siglos antes de que me dijera algo.

—Está bien... llo voy a hacer por tí. Pero... dime ¿Qué voy a hacer después? Lo único que se hacer es esto, ser un detective—No puede ser más ciego por que ya lo es.

—Mira... dices que no sabes hacer nada más. Pero no te das cuenta que cocinas maravillas—Abrió lo ojos por aquellas palabras— Tu comida es deliciosa. Podrías instalar un restaurante y yo podría ayudarte a atender a los clientes... no tendrías problemas con nada—

—Mi comida es horrible... no mientas—

—Que no... ds deliciosa, mira... ve a preparar alguna cosa, de seguro te quedará buena—

—Ok, pero te voy a castigar si me queda mal—Me apuntó amenazante con una sonrisa.

—Uuuuy que miedo me das...—Levanté mis manos burlándome de su amenaza—No te tengo miedo—

—Deberías...—Se acercó a mi quedando a centímetros de mi cara.

—No lo hago— Imité su movimiento haciendo que nuestras frentes chocarán entre si.

Nos quedamos mirándonos por mucho tiempo, pero cuando les digo que fue mucho tiempo, es por que de verdad lo fue. No podíamos dejar de mirar las facciones de cada uno y pensar en lo maravillosas que son.

—Sami... ¿No tenías algo que hacer?— Reaccionó volviendo a mirar mis ojos. Rió por lo bajo para luego juntar sus labios con los míos.

—Ya si me voy ahora, tranquilo—Volvió a besarme ahora un poco más lento. Finalmente se fue dejándome solo en la habitación.

(...)

—¡Guillermo, baja ahora mismo!—¿Qué demonios?¿Y ahora que le pasó a Samuel para que me gritara de esa manera? Bueno, bueno... no sacaré conclusiones antes de tiempo y mejor voy a ver que es lo que quiere.

Bajé con rapidez las escaleras, pero cuidando de no caer y golpearme el brazo. Llegué a los segundos después agitado, miré a Samuel mientras recuperaba el aire y noté que tenía una cara de preocupación, pero la alejó de inmediato cuando miró hacia un lado, donde se encontraba un señor alto de muy avanzada edad.

—Eh... me puedes explicar que le sucedió en el brazo—Habló aquel hombre apuntándome.

—Lo lamento señor, lo que pasó fue que se calló por las escaleras y como usted sabe que no podemos llevarlo al médico, le coloqué esas vendas y así a estado mejorándose— Dijo Samuel seriamente.

—Ya veo... ¿El comprador no dijo nada?—Se acercó a mí y tomó no muy suave que digamos mi brazo, lo que me hizo encogerme un poco por el dolor—No chilles... compórtate como tal—Su mirada me dio miedo... ys veía que me golpeaba si no me tranquilizaba ¡Pero joder me duele mucho!.

—Señor Arthur, mejor deje de tocarle ese brazo. Se le puede empeorar y así no lo van a querer si está todo lastimado— Samuel intentaba mantener la compostura para no lanzarse a ayudarme, llegaba a tiritar cada vez que me tocaban mi brazo.

—Bueno... pero de aquí a 3 días más— Tiró fuerte de mi brazo— Esto debe desaparecer. No quiero que después me anden pidiendo devoluciones— Lo soltó bruscamente haciéndome chillar algo fuerte por el dolor que me causó. Inevitablemente solté un par de lágrimas—Deja de llorar, te van a hacer cosas peores—Finalmente se fue así como llegó, sin que me diera cuenta. Por mi parte, tenía los ojos cerrados para intentar aguantar el dolor, pero no podía, era horrible.

¿Qué clase de secuestro es este? (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora