miradas

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no recuerdo cuanto tome el día anterior,  solo se que me levanto a las 6 de la mañana para este fatídico lunes.

sobre isabel pues luego no hablamos mucho, solo se limitaba a decir lo necesario y para mi eso era un gran favor ya que tenía un pesado dolor de cabeza.

Las encargadas de todas las habitaciones llegaban anunciando la entrada a clase en una hora mas, tiempo suficiente para desayunar y tomar una pastilla para el dolor.

-estúpido y delicioso vodka, me haces tanto daño- me lo repetia en voz baja.

-te dije que un domingo no es bueno para pasar una noche completa de tragos.- isabel me regañaba, al menos ahora tenía un mejor humor que ayer.

-contigo depresiva, tuve que tomar la ración de tragos por ambas.- la mire a los ojos intentando descifrar su reacción.

-no me jodas ahora emilie, sabes que...- silencio.

-que no estas de  humor?.-

-...-

-¿que te ocurre isa?

-nada...-

-en serio nada? entonces el abrazo de ayer era solo por "nada".

-exacto...- mirada cabizbaja.

-isabel, tu sabes que me puedes contar cualquier cosa,  yo se muy bien cuando algo te pasa, no es necesario que te escondas.- no dijo nada pero ella sabe que puede confiar en mi.

Isabel se levantó rápidamente de su asiento para tomar sus cosas y largarse a las clases, yo la seguí detras un poco atareada ya que ni siquiera me pudo esperar... trataré de llegar al fondo del asunto pero primero tengo que llegar a clases.

nos tardamos 15 minutos en entrar,  ella paso directamente a sentarse solitaria al fondo del salon y apoyar la cabeza sobre su pupitre, mientas que yo me senté adelante ya que literatura es mi clase favorita.

la maestra se tardaba demasiado hasta que al fin llego alguien, era una encargada y otra persona para anunciar algo.

-queridos alumnos, su maestra no vendrá por un tiempo ya que se encuentra internada en el hospital por un accidente,  por lo que hemos llamado este fin de semana a una maestra sustituta, les presento a la señorita helena carter...

en ese momento un escalofrío recorrió mi cuerpo,  esa mirada, esos labios, esas manos delgadas y de dedos largos y solo con un suspiro pude recordar aquellas palabras...

"intenta sonreír más seguido".

era la mujer del bar,  la misma con la hermosa mirada y una sutil sonrisa.

-hola chicos,  no estaré con tantas formalidades pero los acompañare el tiempo que sea necesario en literatura,  espero que disfruten la clase...- diciendo eso la encargada se retira dejando a la maestra con nosotros...

-bueno haganme un recuento del libro que estan leyendo...- un compañero comenzó a hablar sobre el análisis que estábamos haciendo del libro "casa de muñecas" de henrik ibsen, pero yo no me pude concentrar,  estaba muy consternada ante aquella aparición.

solo mire a la mujer, me dediqué a estudiar su vestimenta y comparándola a como se encontraba aquel dia en el bar, y ahora, era diferente sin duda estaba mas recatada pero seguía igual de hermosa...

- mmm veo que han estado leyendo la obra realista ok, tu (me apuntó y vi como se mordió el labio con una mirada penetrante.) ¿podrías decirme que relación tiene la mujer en esa obra y la epoca en la que se encuentra?.

me puse nerviosa,  quizás muy notoriamente,  me hablaba a mi... y yo no estaba preparada, ni siquiera se si me recuerda, pero no di mas vuelta al asunto y me digne a hablar.

-bueno la época en la que se encuentra es muy conservadora en el sentido de que la mujer era prácticamente un trofeo para los hombres y no tenía, voz ni voto,  osea tal como dice el libro son como "muñecas". - la vi alzar la ceja intrigada ante mi respuesta.

-¿consideras que el autor es un feminista de la época?

-¿a finales del 1800? claro que no, pero si un idealista del libre albedrío, por lo mismo eso no quita que sea realista esta obra.

-interesante análisis querida...

-Emilie - me sonroje levemente al decirle mi nombre y jure a mil dioses para que no se diera cuenta de eso.

-gracias emilie...- volvió a dirigir esa mirada estremecedora.

la clase transcurrió normalmente y a pesar de que helena es una maestra joven tiene mucho amor a la literatura,  algo que considero aun mas atractivo,  pensar que casi le pido su numero el dia anterior me provoca cierta inseguridad. 

no pude despegar la mirada de ella Hasta que sonó la campana, sacándome de mis pensamientos profundos, todos se dirigían a salir y en ese momento recordé a cierta amiga que me tenía preocupada.

intente acercarme cuando.

- señorita emilie- su voz, seductora voz. - ¿podría quedarse conmigo un minuto? 

prácticamente olvidé todo... no me pude negar...

pasión de malditas (tema lesbico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora