2.

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Jungkook me dejó en la habitación para que acomodara mis pertenencias, me mostró vagamente cada uno de los componentes de la misma y después se marchó diciendo que estaría en la sala para que cuando terminara pasara a darle un vistazo.

Puse en orden un par de cosas y otro montón las dejé sin ordenar, porque estaba realmente ansioso por conocer el lugar en el que iba a vivir a partir de ese día, y además tenía mucha curiosidad por conocer al chico con el que ahora compartía techo.

Salí de la habitación, procuré no hacer ruido al abrir la puerta, pero estaba perfectamente engrasada al parecer puesto que no emitió ningún sonido al moverse la bisagra; lo primero que logré observar fue lo que parecía ser la puerta de la habitación de Jungkook, era color blanco, pero eso no era lo que realmente podía llegar a robar tu atención, si no las letras que la misma poseía.

La puerta del chico contaba con muchas letras de colores que parecían estar sujetas a la puerta gracias a imán posiblemente, ordenadas perfectamente en renglones marcados meticulosamente en la madera ahora blanca, podías leer ocho palabras en dicha estructura, en un orden específico:

Ataraxia

Sempiterno

Perenne

Epifanía

Resiliencia

Gerifalte

Empíreo

Reminiscencia

A simple vista, parecía no tener sentido alguno, algunas de esas palabra ni siquiera tenía la menor idea de que existían, pero al parecer para él: tenían un sentido que yo no lograba descifrar.

Me permití un análisis rápido del asunto antes de seguir aquel pasillo hasta la sala; era un lugar bastante bonito, bastante ordenado, y efectivamente, el lugar tenía una bonita vista de esta área de Seattle. Jungkook permanecía sentado en uno de los bonitos sillones de la sala, parecía concentrado en el contenido en su ordenador para no haber notado mi presencia en el mismo espacio del apartamento que él.

—¿Te agrada el lugar?—preguntó de repente.

—Sí, es muy bonito, eres realmente ordenado, y los colores, inspiran felicidad —tomé una bocanada de aire exagerada y bastante actuada, a lo cual recibí una ligera sonrisa como correspondencia—, y la vista sí es muy bonita.

Sonrió de nuevo por mi comentario: —No puedo mentir, aunque quiera, no podía decir algo que no fuese cierto —comentó.

—¿Acaso eres una especie de Pinocho sacado de una historia de Disney? Todos podemos mentir de vez en cuando.

Levantó su vista de la pantalla pero ni siquiera me observó aunque estaba frente a él, sólo fijó su vista a algún punto distante al frente; sentía que ya lo había jodido de nuevo, es que no suelo pensar bien qué es lo que sale de mi mente, pero hay cosas que simplemente me ha sido difícil de comprender de Jungkook hasta el momento y sólo llevo aproximadamente 30 minutos viviendo en este piso.

—Te dije que no soy bueno con los chistes, pero supongo que lo es —habló—, y realmente no puedo mentir.

El silencio reinó en la sala una vez más, al parecer ninguno de los dos sabía qué decir en ese momento; estaba empezando a serme incómodo y consideré la idea de salir corriendo de ahí antes de que mis problemas se pusieran un poco peores.

Pero, realmente no quería irme, ahora Jungkook me causaba una curiosidad excesiva, tenía que saber qué ocurría con él, y no sólo saberlo, entender porqué.

—¿Te puedo preguntar algo?

—Claro —respondió.

—¿Qué significado tienen las palabras en tu puerta?

Sonrió de lado: —El que tú quieras darles. Realmente sólo son palabras curiosas que encuentro, las cambio todos los días, sólo las iniciales permanecen siempre ahí.

No entendía qué clase de hobby raro era ese que él se cargaba, no es como que yo me sentara un rato para buscar palabras nuevas que usar en mi acróstico todos los días. ¿Y si en serio se trataba de un acróstico que no da la impresión de serlo?

—No miento cuando te digo que para conocerme tendrás que aprender mucho, me apena un poco ese hecho, por lo tanto te ofrezco mi más sincera disculpa adelantada.

—No me estás resultando molesto, Jungkook —comenté—, realmente eres bastante curioso.

—Acabas de llegar... Tengo que explicarte, es algo simple de decir: tengo Asperger, ¿lo has oído alguna vez?

 —No realmente, es decir, he oído su mención pero no sé qué es en realidad—fui sincero con él.

  —No te preocupes, no todo mundo lo ha escuchado, es parte del espectro autista, del cual supongo sí has oído mentar—asentí, estaba consciente de qué era aquello—, me hace tener ciertas conductas, momentos y demás, por eso te dejo la renta del primer mes libre, quiero que realmente decidas si quieres estar acá, si no, eres totalmente libre de irte—me miró a los ojos, y fue la primera vez que pude apreciar sus ojos por un instante, eran color marrón y eran preciosos, realmente.

No sabía realmente qué era el Asperger, no sabía realmente quién era la persona con quien me estaba metiendo y por completo desconocía cuáles eran los supuestos riesgos que esto me traería, pero esa mirada estaba llena de una petición a darle una oportunidad, y si no fuera Park Jimin una persona de riesgos, no estaría aquí ni siquiera.

—Cuenta con que soy de palabras pesadas y decisiones claras, Jeon, y además soy terrible renunciando—le sonreí y le tendí la mano, la tomó gustoso.

—Me alegro, tendrás mucho que aprender, espero ser buen maestro.    

Al final del día, sólo seguía siendo una persona que amaba aprender, y no sabía si lo hacía por el amor al arte, porque Jungkook era guapo, porque no quería volver a mi antiguo departamento o si porque la curiosidad me carcomía, pero estaba aceptando a este chico.

Después de aquella conversación no hubo mucho de qué hablar sobre el primer día, regresé a mi habitación después de un rato hablando con Jungkook sobre porqué me había mudado tan rápido, deshice mis maletas con pereza, acomodando todo en el nuevo closet.

Al haber terminado estaba tan cansado que decidí sería una buena idea dormir, mis tareas podían esperar, y aunque no me dirigía a la cocina, ni necesitaba salir de mi habitación, eran las 2 de la mañana y probablemente Jungkook estaba dormido, abrí la puerta de mi cuarto con sumo cuidado, coloqué mi celular en vibrador y con la ligera luz de la lámpara de pedestal con la que contaba aquel pasillo: tomé una foto de la puerta de Jungkook.

Esa noche supe el significado de ocho palabras nuevas para mí, y las anoté en una libreta, tal vez sería bueno hacer una lista de ellas.

Esa noche supe el significado de ocho palabras nuevas para mí, y las anoté en una libreta, tal vez sería bueno hacer una lista de ellas

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-S.

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