Hi, I'm aspie.

7.

"El mejor regalo
que he recibido
fue el beso del sol
en los días en que
no podía recordar
cómo hacer mi propia luz".

Port Townsed es un lugar pequeño y pintoresco relativamente cerca de Seattle, quedaba a unas 2 horas —o menos— si todo salía bien en el camino y claro, si cada ferry que tomáramos salía a tiempo. Es un lugar pintoresco con un toque de la época victoriana, además de que tiene un puerto, es un lugar muy bonito.

— ¿Cómo sabes la ruta hacia donde dices que vamos?

—Es una historia nada cómica, la verdad, pero ya que estás dispuesto a intercambios de información, creo que puedo compartirla contigo sin remordimientos —digo con un poco de gracia en mi voz, para aligerar el ambiente y la propuesta, claro.

Pero Jungkook no se ríe, él sólo deja la mirada fija a la carretera mientras toma un poco del contenido en su vaso, y es así por aproximadamente 5 minutos más en los que me permito lanzarle miradas cortas de vez en cuando mientras conduzco.

Entonces pienso que es malo querer obligarlo a que me cuente su vida, cuando él tampoco sabe mucho de la mía: —Estaba estancado en una idea, necesitaba un lugar que me inspirara, necesitaba fotografiar algo fuera del ambiente de la ciudad, entonces renté un auto y conduje sin rumbo por la primera carretera que se me puso enfrente, cuando llegué al primer cruce en ferry estaba a punto de tomar un retorno y volver, pero me dije a mí mismo que podía ser una buena idea, entonces unos kilómetros más, un par más de cruces en ferry y estaba frente a un anuncio que anunciaba "bienvenidos a Port Townsend". Espontaneidad, eso hace que sepa por dónde conduzco. Quería traerte aquí, aunque pensaba en llevarte a otro lugar si respondías que sí sabías qué era.

Jungkook me observaba mientras hablaba, lo podía observar por el rabillo de mi ojo, además su mirada era pesada, podía sentirla en mi rostro, recorriendo mi perfil; pero aún así, no dijo nada, sólo me observó un poco más hasta volver a acomodarse en su asiento, mientras veía por la ventana.

No pensaba hacer preguntas, por lo que me conformé con su silencio y su presencia, con su mirada expectante y curiosa viendo los objetos que se movían lejos de nosotros en la carretera, eso me podía ser suficiente por ahora: el saber sobre su tranquila existencia.

Pasaron al menos 20 minutos de completo silencio, hasta que vuelve a hablar: —El aire parece más fuerte —y eso es precisamente porque nos acercamos al primer cruce en ferry de los que nuestro viaje consta; sólo asiento con la cabeza sin decir nada, ni siquiera puedo sentir su mirada sobre mí.

Después de las cuotas y un poco de espera, puedo poner el auto en aquel vehículo acuático, para que nos traslade hacia la continuación de la carretera. Jungkook observa todo, expectante.

—Jungkook... —pero ni siquiera puedo formular mi frase porque me interrumpe.

—Cuando tenía 6 mi hermano prometió que algún día subiríamos a un ferry juntos —dijo viendo por la ventana—, se perdió de una bonita vista.

— ¿Tienes un hermano?

—Solía hacerlo, así como solía sentirme parte de una familia.

Asiento con la cabeza una vez más, no digo nada, no cuestiono nada, porque ese punto parece un tema sensible y si comenzará a abrirse así de a poco, me convenzo de que puedo esperar.

Los misterios nos sacan de quicio muchas veces, pero es normal que eso suceda, muchas cosas de la vida serían aburridas si no tuvieran un poco de misterio, los descubrimientos no serían tan asombrosos y las leyendas urbanas no tendrían nada de interesante; el misterio era parte esencial de la vida, nos hace sentir nervios, sentir expectativa y eso al mismo tiempo nos hace darnos cuenta de lo mucho que no sabemos.