La otra noche me gritaste demasiadas cosas, no las pude olvidar, no las pude retener, pensar que lo que más quiero, me está gritando, del otro lado de mi mente, ¡vete a la mierda!, eso entendí, soy experto, en leer labios hartados, labios hermosos, y especiales como el maldito sol, como mi maldito y tonto corazón, a veces te pienso en llamas, que no hay agua, ni nada de tierra, en donde yo aparezca atrás con una manta, suena muy especial, llegar a mí, donde te pueda apagar, mi corazón esta tan frio, ¿no lo podrás apagar?, todo por tu puto ego, y tu puta forma de pensar, me haces preguntarme si ,¿era necesaria la crueldad?, te esperare sentado con un gran te lo dije, no quiero que sientas lo que yo sentí, delicada, preciosa, y sutil, el tiempo te sobrara, solo necesitaras 1 minuto, para decirme las razones de porque mi mano no está sobre la tuya, lunes, ya empezamos muy mal, viernes, esto apenas va comenzar, a veces me gustaría regresar a ese dulce sábado, de nuevo, claro que no, tus respuestas me tenían que dañar ok, y lo peor es que aun provocas que saque gramos de sangre, tan delicada, tan preciosa, tan sutil, no era lo mejor para ti, pero si solo hubieras dicho que sí, lo hubiera intentado hasta que lo hubiera logrado, nuestra relación es tan extraña, te odio por lo que me provocas, y te amo tanto por lo que solo hemos pasado.