Particular Taste. [Ben Hanscom/YAOI]

H.

Cicatrices. Todo el mundo las tiene; en el alma, por una operación, una caída, o en mi caso por una agresión, Henry Bowers y sus matones me asaltaron el segundo día de verano.

[Salgo de la biblioteca y me encuentro con Bowers; corro para huir de él pero es inútil, ya que Víctor me agarra y junto a los otros matones me llevan al puente de los besos, donde se burlan de mi peso y Henry me pega un puñetazo que causa que pierda un poco el sentido.

Pasa una pareja de señores en su coche y les suplico ayuda, sin embargo me ignoran.

Henry: Bien gorda, este es el puente de los besos, famoso por dos cosas; los morreos y los nombres tallados.

Saca su navaja y empiezo a marearme, pasa la hoja por mi estomago y marca una gran "H" en mi abdomen, me siento débil y muy dolorido, pienso que voy a morir y no puedo evitar llorar.

Belch: ¡Henry tío!

Le insta Belch Huggins a su amigo con un poco de malestar, pero no surge efecto.

Henry: ¡Cállate! ¡Voy a tallar mi nombre entero en esta puta bola de grasa!

Caleb: Que macho eres ¿No, Henrykins?

Los matones se dan la vuelta, yo sabía exactamente quien era y me alegro de que sea lo último que vaya a ver.

Henry: Llegas justo a tiempo sarasa, tú me vas a pagar todas las humillaciones juntas.

El pelirrojo ríe con sorna.

Caleb: ¿Sarasa? Patrick es el que te sobo el pene en las alcantarillas, no fastidies.

Víctor y Belch se carcajean internamente mientras Henry y Patrick se ponen histéricos, Bowers me aprieta más el cuello mientras una vena le sale en la frente.

Henry: ¡MENTIRA! ¡Juro que voy a ponerte clavos en los ojos maldito marica!

Caleb: Ben ¡AHORA!

Doy una patada en la entrepierna a Henry y me zafo de su agarre, tirándome por encima de la valla para ir campo a través y escapar de los matones.]

Aquel día Caleb logró salvarme de un destino aún peor, lo único que yo lamento es haber corrido como un maldito cobarde y dejarle a su suerte.