EVIL.

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[Tras el incidente, me encontré con unos chicos llamados "Los perdedores", me llevaron hasta un callejón cerca de una parafarmacia, donde también se encontraron con Beverly; una chica pelirroja con mala reputación y que despertaba la envidia de las demás niñas por su inocente belleza.

Caleb: Sois un club del desayuno bastante esquivo niños.

Volteamos y ahí estaba él, cruzado de brazos y la mirada fría, había logrado salir vivo de Bowers.

Yo: ¿¡Caleb!? ¿estás bien?

Trato de levantarme para correr a él, pero el desgarro que siento en el abdomen me lo impide.

Caleb: Eso tendría que preguntártelo yo, pareces un bote de kétchup reventado.

Se acerca contoneando sus caderas y se agacha para darle un manotazo a Eddie, el cual iba a pasarme algodón con alcohol.

Caleb: A ti te aterra la sangre, querido.

Alza su mano y niega con un dedo para quitarle la botella de alcohol, Kaspbrak no tuvo más remedio que quitarse de en medio. Agarra un poco de algodón y lo moja para pasármelo por la herida, yo me altero y empiezo a apretar los dientes del escozor.

Caleb: Tranquilo.

Dice en tono cálido mientras me desinfecta con la mayor suavidad posible.

Richie: Vaya, el príncipe cruel preocupándose por alguien.

Me pega la banda y baja mi camiseta, se levanta y encara a Richie con un semblante de desprecio.

Caleb: Solo calla esa boca tan larga niño pobretón.

Beverly: No está bien burlarse de la posición social de alguien.

Caleb: No me vengas de santa que tú tienes la boca sucia de tanto chupar, ahora dime... ¿naciste con esa promiscuidad o es algo que las mamás de los barrios bajos enseñan a sus hijas?

Enarca una ceja triunfante. Beverly se quiere abalanzar a él pero Bill la detiene.

Caleb: Que marginal eres... En fin Benny-Boo, me voy.

Me encuentro apenado por su comentario, siento algo por él pero lo que ha hecho con Bev ha estado mal y no se lo merecía, ya que ella no le ha faltado el respeto en ningún momento.

Yo: Caleb... no está bien lo que le has dicho a Beverly.

Le digo tratando de hacer que reflexione y saque compasión, pero en lugar de eso frunce el ceño.

Caleb: ¡Cómo te atreves! Pues si tanto te agrada esta zorra arrastrada ¡Quédate con ella!

Suelta un gruñido, me pisa el pie derecho y antes de marcharse del callejón se echa el pelo para atrás, todos nos quedamos estupefactos ante su actitud de caprichoso y malcriado.]

¿Por qué te pusiste así? ¿Dije algo malo y no me di cuenta?

Particular Taste. [Ben Hanscom/YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora