Particular Taste. [Ben Hanscom/YAOI]

SCARS TO YOUR BEAUTIFUL.

Secretos, los míos son: mi homosexualidad y sentimientos hacia Caleb.

El de él sus complejos.

[Salgo de la biblioteca y veo de lejos a Caleb con una bolsa; quizás estaba comprando.

Desde aquel día en el que le supliqué que no dañase a Beverly, no habíamos vuelto a cruzar palabra ni a encontrarnos; hasta hoy.

Debato un momento si seguirlo o no, y tras rezagar voy en su dirección. Se había escondido entre unos arbustos y sabiendo que podría quedar como un acosador, me agacho y gateo entre ellos para verle.

Me encuentro con una imagen que nunca habría esperado: Caleb Willbur atiborrándose como vaca en celo, él nota mi presencia y se asusta, y el bollo medio mordisqueado de su boca se cae al suelo.

Caleb: ¡Mi croissant! Eres idiota.

Yo: Lo siento no quería asustarte.

Digo avergonzado, me señala con el dedo de forma amenazadora

Caleb: Ni se te ocurra contarle a nadie lo que has visto.

Yo: No lo haré ¿Por qué te escondes?

Caleb: No es asunto tuyo.

Aparta la mirada y saca un sándwich que devora sin control.

Yo: ¿Te encuentras bien?

Caleb: Sí...

Yo: ¿Estás seguro?

Caleb: ¡Por supuesto que sí! ¡Yo siempre lo estoy!

Yo: Es que nunca te había visto comer así.

Exhala.

Caleb: Eso es porque prefiero no mostrar mi ansiedad al público.

Yo: ¿Ansiedad?

Insisto asustado.

Caleb: Sí, todos los cabrones que me rodean están criticándome y se creen que no siento sus miraditas de desprecio, mis padres que no lo parecen no paran de hacerme sentir de menos y cuando me enfado o me siento triste, no puedo evitar ponerme a comer.

Solloza, yo me quedo boquiabierto; pero si es preciosísimo ¿cómo podrían hacerle de menos? Parece hecho por los mismos ángeles.

Yo: Esto te lastima, no deberías volcar tu frustración así y deberías saber que no hay nadie más perfecto que tú.

Le limpio las lágrimas.

Caleb: ¿De verás crees eso?

Yo: Te juro que siempre lo he creído.

Caleb: Entonces ¿Por qué te gusta Beverly?

Frunzo el ceño ¿Beverly? ¿Gustarme? ¿Qué quiere decir?

Yo: Caleb... no me gustan las chicas.]

Por ende, Caleb no es solo un despampanante rey abeja o un marisabidillo y tampoco es una mala persona, simplemente un chico frágil y que como cualquier ser humano: tiene sus sentimientos.

Que pena no ser su espejo para que él se vea tal y como yo le miro.