CORAZONES SINCRONIZADOS [HOMICIDAL LIU]

UNA PELEA EN EL INSTITUTO

Me desperté de un salto, algo sudada y mi corazón latía con intensidad. No sabía lo que me había pasado, pero recuerdo haber tenido una pesadilla, me calmé y decidí prepararme para la escuela. Me vestí algo deportivo y me peiné, bajé a hacer mi desayuno. Al estar en la cocina como siempre, Liu llamó a mi puerta, o eso creo.

Fui a abrirle y efectivamente era él, al verle me provocó una gran felicidad.

-Hola- me dijo-.

Me lancé a él a abrazarle como nunca le había abrazado, me sentía tan mal por guardarle el secreto sobre lo de Jeff. Este sorprendido correspondió.

-Te he echado de menos- le dije mientras me separaba de él-.

Este pasó

-Yo también- me dijo con una sonrisa-.

Ya al terminar el desayuno nos dirigimos al instituto.

-Hace mucho que no quedamos...¿podríamos planear una cita?- le dije con una sonrisa-.

-De acuerdo, ¿que tal el sábado?- me contestó-.

Ay, no podía en aquel día, había quedado con Jeff.

-No puedo, he quedado con....Zero, ¿que tal el domingo?- le mentí-.

Suspiró y aceptó.

(......)

Ya era la hora de irse al recreo, me encontraba todavía en mi clase yo sola recogiendo mis cosas. De repente entraron tres chicos que vestían con una pinta horripilante, se quedaron pegados a la pared observando mis movimientos, ¿Que cojones?. No hice caso y al terminar de recoger mis cosas me dirigí a la puerta para irme, pero uno de ellos se interpuso en mi camino.

¿Que coño le pasa a este?

-Hola bonita, ¿donde vas?- me dijo en tono seductor y burlesco mientras los otros se encontraban atrás sonriendo-.

Le miré a los ojos con una rabia inmensa

-Apártate, interrumpes mi camino- le dije con un tono frío-.

Este comenzó a reír y eso aumentó mi ira.

-Mira...haremos un trato, tú nos enseñarás tus "cositas" y te dejaremos ir- me dijo mientras se acercaba a mi rostro-.

Sin más remedio le di una patada en sus pelotas. Cayó al piso retorciéndose de dolor.

-Vete a la mierda, ¡Capullo!- le insulté-.

Antes de salir estos dos me agarraron a la fuerza

-¡Hey¡, !soltadme ahora mismo¡- les dije-.

-No hasta que nos enseñes lo que queremos- me dijo con una mirada de lujuria-.

Empezó a acariciar mis labios. Ya no aguanté y saqué mi navaja.

-No me obligues a hacerlo- les dije-.

Estos dos se alejaron de mí y salieron corriendo sin antes coger a su amigo que seguía en el suelo. Estaba sola así que deslicé poco a poco por la pared y no aguanté más y estallé a llorar.

-Hey Lina...- dijo Liu, pero al verme se detuvo-.

Corrió hacia mí

-Lina, ¡¿Que te sucede?!- me preguntó muy preocupado-.

Le expliqué lo que me pasó, desde que entraron los chicos descerebrados hasta que los ahuyenté. Se veía furioso.

-¿En serio trataron de....?- me preguntó-.

Asentí lo cual apretó sus puños, me miró con tristeza y me ayudó a levantar, me abrazó, pero me miraba el rostro, me limpió las lágrimas y me besó.

No fue un beso como cualquiera otro, sino un beso como si nunca hubiera visto a su amada. Correspondí a su beso, pero nos separamos por falta de aire.

-Pro-pro-prométeme que nunca me dejarás sola- le dije jadeando por los sollozos-.

Comenzó a acariciar mi mejilla

-Nunca lo haría- me respondió con pura profundidad-.

Después de eso nos fuimos a casa juntos.