Otra semana más, pasó.En tan solo siete días, me había llevado cinco enfermos, dos vagabundos, tres borrachos y nueve desnutridos africanos.
Era común llevarse este tipo de gente.De vez en cuando, debía llevarme algún que otro suicida, a la victima de un asesinato o personas que sufrían accidentes automovilísticos.Pero estos eran poco comunes.
Anabella me telefoneó esa tarde.Me comentó cuántos chicos me echaban de menos y lanzó chillidos.
A pesar de esto y de mis frecuentes faltas al colegio, la vida teanscurría con normalidad, oh bueno, con toda la normalidad posible.
Volví a recostarme en el sofá, con la ligera sensación de que algo iba mal.
*******
Me despertó el sonido del crujir del suelo.Mi manta había desaparecido y el frío me calaba los huesos.
Tobby, asomó a la luz de la luna y dejó un sobre en el suelo. El cansancio me cegaba, por eso, dejé el sobre para después y eché a dormir.
*****
Desperté y dejé al sobre, olvidado, en el suelo.Entré en mi capa negra, tomé la hoz entre mis manos y fui al cementerio.
En el cementerio, entrené las técnicas que los cuervos, quienes me observaban atentamente, me habían enseñado.
Después, como si hubiera sido un día cualquiera, salí a caminar y dí una vuelta por el parque.Finalmente, me acomodé en una banca y me quedé observando cómo un grupo de niños se deslizaba a través de un tobogán.
Al fin, decidí volver a casa.Caminé las dos cuadras correspondientes y abrí la puerta. Hallé el sobre, aún cerrado, que Tobby me había dejado.Me decidí a abrirlo.Lo que decía, era lo siguiente:
"Se avecinan tiempos difíciles"
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Inmortal Dreams
Teen FictionTras sus encuentros con los cuervos y la muerte de su madre, la vida de Abbey cambia para siempre.Conoce los secretos más escalofriantes del infierno.