Ambos habían salido por la mañana del sábado en el auto de Dragon rumbo a su destino, la cabaña cerca del lago.
Ace iba durmiendo, recargando su cabeza en el vidrio de la ventana, dormía tranquilamente, con sus labios levemente entreabiertos para así respirar, Sabo por su parte conducía y de vez en vez daba un sorbo a su termo con café, llegaba a desviar la mirada del camino solamente para ver al pecoso, sonrió y siguió con la vista en la carretera.
Jamás pensó que se enamoraría y que fuera justamente de Ace, le hacía muy feliz, puede que todo comenzó mal pero no fue directamente así, con el paso del tiempo ambos se fueron entendiendo, aprendieron más el uno del otro, cosas que parecían simples los enamoraba mutuamente cada momento más. Era amor, era mutuo.
Ace se había alejado de esas dos chicas y ahora hablaba más con Robin, una nueva alumna que llego de intercambio de Inglaterra, se llevaban bien e hicieron una buena amistad con Luffy, el pecoso había comenzado a hacer amigos, personas reales y no superficiales, ahora se sentía mejor.Después de conducir por un par de horas llegaron a una gasolinera, Sabo se detuvo para llenar el tanque y de paso comprar unas cuantas cosas, apenas apago el motor el pecoso abrió sus ojos y los frotó con la palma de sus manos.
--¿Ya llegamos?
--no, pare en una gasolinera, ¿quieres que compre algo en la tienda?
--si...
--¿Qué?
--comida o algo rápido, tengo hambre...--abrio la puerta--. Y que bueno que paraste, quiero ir al baño--el pecoso salió corriendo.
Sabo río un poco y fue a comprar.Cuando habían vuelto al auto, Sabo pagó y siguió su camino en carretera, durante el trayecto Ace comía usando una mano y con la otra le daba de comer en la boca a su pareja.
El viaje fue largo, llegaron en la noche por lo cual solo desempacaron y se tiraron a la cama a descansar.
Llegada la mañana Sabo despertó a Ace con un desayuno en la cama, comieron, rieron y disfrutaron la compañía el uno del otro.
--nunca pensé que esto sería real--solto Ace mientras bebía el jugo de naranja--. Es demasiado hermoso, ya puedo morir feliz.
--no dejare que mueras, menos ahora que eres mío.Algo que se había hecho tradicion entre ellos dos eran las palabras dulces que ocasionaban grandes sonrojos en Ace. Y la pasión jamás faltaba, sería mentira decir que ellos no habían tenido sexo durante el tiempo que el pecoso vivió en la casa del rubio, ellos hicieron el amor en todos lados, y ahora era igual.
Besos, caricias, suspiros, gemidos, todo se mezclaba en la habitación. Cuando las manos de Sabo recorrían el cuerpo de Ace lo hacían temblar y desear por más, le gustaba sentir su tacto, sus besos, porque era feliz con su simple existencia ambos eran felices.
--te amo.
Era lo que siempre se decían el uno del otro.
Aún no se graduaban pero ya tenían planes, Sabo heredaría la empresa de Dragon y Ace seguiría a su manera los pasos de su padre, porque si el trabajo del mayor era viajar constantemente, él lo seguiría como su esposo. Su mayor plan ya estaba acordado, en cuanto se graduaran se casarían.
La prueba de ello, eran las argollas de matrimonio que ambos llevaban en sus dedos.
Finalmente llegó el día, ambos debían volver a su hogar, aunque a Sabo le costo sacar a Ace de la cama lo logró, ahora mismo ambos iban en camino a la ciudad, sonriendo y hablando de muchas cosas, su segundo plan era adoptar un perro y tal vez un hijo, pero lo que si era confirmado era el perro, Ace tenía muchos nombres ya en lista por lo cual se los iba leyendo a su prometido.
--me gusta Bambi.
--vas a llorar cada que lo llames--respondio Sabo.
--bien, bien--coloco una línea roja en el nombre descartadolo--. ¡Ya se! ¡Que se llame Fredo Godofredo!
--¿Que?
--decidido, Godofredo será.
Sabo río ante las ideas del más bajo, fijo su mirada en la carretera y suspiro.
--ya quiero graduarme y casarme contigo.
--yo también lo deseo--sonrio sonrojado pero aquel rubor en sus mejillas duro poco, palideció de inmediato y alzó la voz--¡Sabo cuidado!Fue demasiado rápido lo que ocurrió, ambos ni siquiera se dieron cuenta en que momento paso todo, hace unos segundos iban en camino a casa felices, hablando de su futuro juntos, ¡Sabo jamás aparto la mirada de la carretera! Y para cuando lo notó, un auto deportivo rojo iba a máxima velocidad en el mismo carril, conduciendo en dirección contraria.
Fue un choque. Sabo logro reaccionar al momento del impacto, se quito el cinturón de seguridad y cómo pudo protegió a Ace, aunque el de pecas ya había recibido un fuerte impacto en la cabeza.
El auto se encendio en llamas.
--¡Sabo-kun!
Fue lo último que lograron escuchar los dos, una muy reconocida voz de una joven castaña.
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The prince and the Wolf. [Terminada]
FanfictionLas mentiras no conducen a nada bueno, y eso lo vive Ace en carne propia al volverse el perro de un joven del cuál acepto seguirle cierto juego, ahora esta enredado en su trampa, sin escape, solo le queda obedecer y "menear las caderas." SaboAce: pr...