XIX ; ksj

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Una semana más sin recibir notas de Yoongi... Diez semanas fueron una eternidad. Un pensamiento cruzó mi mente: ¿y si entró en pánico al saber que yo correspondía sus sentimientos?, ¿lo habré asustado con lo que escribí sobre él?

Aquel viernes me levanté con toda intensión de hablar con Yoongi, después de que leyera el corazón de papel que le dejaría en su cuaderno, para darle mi confesión cara a cara y de averigüar la razón de la falta de notas. Mi mente estuvo desconectada del mundo, estuve totalmente distraído en clases y mis profesores lo notaron.

Movía mi pierna, de arriba abajo, a un ritmo veloz; las ansias de que llegara la hora de guitarra me carcomían. ¿Qué haría si Yoongi no llegaba a la clase?

Troné mis dedos con nervios y mordí mi labio inferior al punto de sacarme sangre. Cuando, por fin, sonó la campana que indicaba el cambio de clase, salí disparado al salón de guitarra. Mientras me dirigía a mi destino, metí la mano derecha en el bolsillo de mi pantalón, asegurándome de que estuviera ahí el corazón de papel.

Estaba tan enfocado en lo que le diría a Yoongi, que no presté atención a lo que el señor Choi, nuestro profesor de guitarra, decía sobre una presentación que haríamos al final del semestre. Sentía que el corazón se me saldría del pecho en cualquier momento, incluso mis manos estaban sudando. Ni siquiera noté cuando el profesor salió, dando concluida la clase de la semana.

Lo único que recuerdo es haber saltado de mi asiento y caminado al lugar de Yoongi, dispuesto a guardar el corazón de papel en su cuaderno de canciones; qué sorpresa me llevé al ver que el cuaderno no estaba sobre la mesa, como de costumbre. Con cautela, tomé la mochila gris que Yoongi siempre usaba y comencé a buscar en ella por aquel objeto.

—Hey, Seokjin, ¿necesitas algo?

Cuando escuché esa voz, el discurso que tenía preparado se esfumó por completo.

True Kisses [YoonJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora