"Me duele en el alma" es algo que escucho muy seguido. A mí, cuando me duele en el alma, en realidad siento un agujero en la panza, por el cual atraviesa todo sin filtro y me obliga a vomitar un cielo de angustia. Después de vomitar, el agujero cierra, el alma lloriquea un poco mientras va sanando, y descubro que soy más fuerte de lo que creía.
Pero si no dejás que eso pase, y te negás a vomitarlo, se te queda adentro... y te rompe todo.
Sacalo afuera, cuando duele, es porque sobra.