sex addicts || M.C «español»

2. Bollos de canela.

2. Bollos de canela.

"Ustedes ven," comenzó Devon, caminando de un lado a otro por el círculo de personas "el sexo es pura diversión. Es inofensivo, si sabes lo que estás haciendo. Y es incluso más inofensivo cuando no se tira con la misma persona por más de una noche."

Michael miró sin comprender. La mitad de él no lo entendía, mientras la otra mitad no lo quería entender. "Pero el punto de tener sexo, ¿no es hacerlo con quién amas y con quién quieres pasar el resto de tu vida? Ya sabes, ¿por devoción?"

Devón rodó los ojos y sonrió. "Eres tan lindo."

"Entonces, ¿cómo te has convertido en una adicta al sexo?", preguntó un chico, y Michael miró al chico que dijo que su nombre era Luke.

Ella sonrió. "Me follé a Calum Hood por dos bollos de canela."

Todos en el círculo dejaron escapar un suspiro colectivo, mirándola con horror.

"¿Eran buenos los bollos de canela, por lo menos?", Luke preguntó tentativamente, mirandola por detrás de sus largas pestañas.

"Yep, comí desde su abdomen bien esculpido."

Todas las chicas la miraban con admiración, mientras que Michael la miraba con asco puro. "¿Eres como una prostituta por bollos de canela?"

Devon dejó salir una risa alta y aguda. "¿Qué puedo decir? Una chica tiene que comer."

Tom se aclaró la garganta, obviamente cada vez más incómodo. "Vamos, respétense unos a otros en esta terapia. Ahora Michael, ¿por qué estás aquí?"

"Bueno, yo como que quiero romper mi hábito. Tengo miedo de que un día venga mi novia y me diga que está embarazada, yo no creo estar listo para una responsabilidad tan grande."

"Usa un condón, idiota", Devon interrumpió, y Michael le lanzó una mriada de muerte.

"¿Sabes que esas cosas son como, 97% seguras? Eso lo aprendí en friends."

La chica se burló. "Asegúrate que ella también se proteja. Ustedes nunca aprenden."

Una vez más, Tom se aclaró la garganta y se movió en su silla. "Esto es suficiente. Michael, estamos aquí para ayudarte con tu problema y te ayudaremos con todo esto también, ¿No es cierto, chicos?"

"Estamos aquí para ti, Michael", todo el mundo murmuraba, a excepción de Devon. Ella se dejó caer en su silla, elevando una ceja hacia Michael.

Cuando el tiempo de la terapia había terminado, Michael se levantó disparado de su asiento con la intención de salir de ahí sin ser notado por Devon. Él no lo logró.

"Perdona, Clifford", sintió un leve golpecito en el hombro y se giró lentamente, sin querer discutir una vez más con ella.

"¿Qué?"

"¿Por qué te vas con tanta prisa? ¿Vas a hacer mierda con tu novia?"

Michael hizo una mueca y bajó la mirada hacia ella. "En realidad, estaba tratando de huir de tu actitud maliciosa, pero está claro que me sigue a todas partes."

La sonrisa de Devon se desvaneció rapidamente, para ser reemplazado por un ceño fruncido. "Mira, se que comenzamos de mala forma, pero..."

"¿Pero qué? ¿Deseas que al menos podamos tolerarnos mutuamente y así burlarte de mi pequeña vida sexual pero extrañamente significativa? La respuesta es no", dijo Michael deliberadamente, haciendo su camino hacia la salida sin darle la oportunidad de responderle.

Devon comenzó a seguirlo, mientras él esperaba que ella solo se diera por vencida. "¡Espera, Clifford!"

Él miró hacia atrás una vez más. "¿Qué?" Él espetó.

Ella le regaló una sonrisa y cruzó sus brazos sobre su pecho. "Intenta no chocar una vez más, moja bragas."

Michael rodó los ojos y dejó el edificio, preguntandose como alguien en el mundo podía ser tan desconsiderado.

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