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♡ Shin Sun Hee

La luz que entraba por la ventana, es realmente molesta para mis ojos. Por lo que doy un gruñido y cambio de posición mientras coloco una almohada sobre mi cara, evitando que cualquier rayo de luz volviese a molestarme. Cuando finalmente estaba por volverme a dormir, la voz de mi hermana rompe todo el silencio en la habitación.

— ¡Sun Hee, arriba! ¡Es tarde! —exclamo Haneul mientras me agitaba, quitándome la cobija y almohadas de encima.

Punzadas de dolor llegaban a mi cabeza por los gritos que daba. Gruñí, le arrebate la almohada y me la puse en la cara y grite.

— ¡Lárgate, Haneul!

— Llegarás tarde, Sun Hee.

— Me importa una mierda. ¡Largo!

— ¡Es tu primer día, no puedes llegar tarde! —insistió. Di un grito ahogado en la almohada y me senté en la cama.

No le veo lo importante de haber ingresado a mitad de año a un maldito instituto privado en mi segundo año. Solo porque a mi madre se le dio por cambiarme luego de oír como una de sus amigas presumía que todos sus hijos estaban en una escuela privada con las notas más altas.

— ¡Mierda, Haneul! ¡Me importa una mierda si es el primer día o el último! Llegaré cuando quiera llegar. —le grite. Al instante me arrepentí cuando el dolor de cabeza se intensificó y el mareo llegó.

— ¡Arriba! —volvió a gritar ignorando por completo mis palabras. Haciendo que se intensificara el dolor.

Ahora me arrepiento tanto de haber salido con Young Mi y Jimin a "celebrar" que ahora estaríamos juntos en el mismo instituto. Aun sabiendo que los malditos solo buscaban una excusa para poder beber un día de semana.

Me pase la mano por la cara, desesperada; y di un grito de la frustración.

— ¡Mierda! Sal del cuarto o no me cambio —amenace. Ella me miró desconfiada pero salió.

Después de mi pelea mañanera con Haneul, me levante resignada de la cama. Aún con el fuerte dolor de cabeza por la resaca. Entre al baño, abrí el grifo y mientras el agua corría, yo me desvestía. Me mire al espejo que estaba sobre el lavamanos, unas enormes ojeras adornaban mis ojos, a la vez que me daba cuenta que había perdido un lente de contacto. Suspire silenciosamente, me quite el lente que aún conservaba y simplemente lo lance sin ver lugar donde caería y entre a la ducha.

Quede mirando fijamente el uniforme de mi nuevo instituto mientras arrugaba la nariz del disgusto. Me gusta mi anterior uniforme. Pero ese no es el caso, debía de usar ese de hoy en delante, por lo que me quite la toalla, empecé a ponerme la ropa interior y finalmente, importándome poco si lo arrugaba, empecé a ponerme el uniforme.

Finalmente vestida, me mire al espejo del closet e instantáneamente arrugue la nariz del disgusto mientras hacía un puchero inconsciente. Suspire sonoramente y empecé a buscar mis gafas ya que no disponía de muchas opciones. Si quería al menos ver al lugar al que me dirigía, debía de usarlas. Las encontré dentro de una gaveta, en la cual sólo ponía los objetos que iban para momentos de emergencia.

Deje mi cabello suelto como normalmente hago e importándome poco si era permitido o no, me puse mi gorro color negro para que combinase con el uniforme. Al menos con él me sentía más yo. Me puse un poco de maquillaje para que no se notaran mucho mis ojeras, me coloqué las gafas y finalmente salí de la habitación.

Mientras bajaba las escaleras podía escuchar las voces de mis hermanos menores hablando con emoción sobre las cosas que harían en sus clubes. Entre con cierta pereza a la cocina y tomé asiento entre mis dos hermanos menores los cuales solo lograban hacer más grave mi dolor de cabeza.

Half | Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora