T r e s

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Kim Namjoon

La pequeña mesa que había en la sala estaba repleta de hojas con varias líneas tachadas. La portátil abierta a un lado en un programa de edición de música. Tenía mi cuaderno sobre mis piernas, un lápiz en mi mano y una hoja completamente en blanco. Sentía que dentro de poco tendría dolor de cabeza de tanto pensar y pensar por lo que decidí levantarme del sofá y buscar algo para comer en el refrigerador.

—Mierda— murmuré.

Lo único que el refrigerador contenía era un six Pack de cervezas que ciertamente no recuerdo haber comprado, junto con un sándwich que estoy seguro lleva más de un par de meses ahí dentro. Solté un suspiro, tomé una cerveza y volví hacia el sofá. Tomé la anilla de la lata y espere a que se escuchara el pequeño sonido que indicaba que ya había sido abierto y le di un gran y refrescante trago.

Puse la lata ya a la mitad a un lado de la mesa y volví a tomar otro par de hojas. Mire el pequeño número que identificaba cuál era su pista perteneciente por lo que lo busque en la portátil y la reproduje. Mientras se escuchaba la pista que había creado –para posiblemente utilizar junto a la letra de la canción– iba leyendo el borrador de la que sería posiblemente la letra, al ritmo de la pista. Entre más iba avanzando el ritmo, menos convencido me sentía y la frustración crecía. Deje de leer y permití que únicamente se continuase reproduciendo la pista. Mire la hoja que aún sostenía en mis manos y no dudé ni un segundo en arrugarla y lanzarla lejos.

—Esto es basura— admití.

Y lo era. Desde que YoonGi me avisó hace un par de horas que había conseguido que nos presentáramos en una pequeña fiesta el sábado, tomé todas las viejas libretas que tenía guardadas con la intención de conseguir algo nuevo para presentar pero lo único que logre con eso fue un gran malestar en la boca del estómago.

No negaré qué hay unas cuantas que son buenas y para poder usarlas solo bastaría con hacerle unos cuantos cambios a la letra y a la pista. Pero ese era el problema, no quiero algo bueno, quiero algo que logre expresar la manera en la que mis ojos ven el mundo, algo con lo que la gente se sienta identificado; algo que grite la realidad de las cosas.

Como era costumbre, había dejado mi celular de lado para no tener distracción alguna pero en este momento lo menos que tengo es inspiración. Últimamente es lo que menos tengo. Busque el móvil entre los cojines del sofá y cuando di con el mantuve presionado el pequeño botón a un lado del aparato. Tome la cerveza y le di un pequeño trago. Cuando termino de encender fue en cuestión de segundo para que el pequeño aparato empezase a vibrar como si estuviese poseído por el espíritu de una maraca.

Desbloquee el móvil y entre directamente en KakaoTalk. La mayor parte de los mensajes provenían de un grupo en el que únicamente Taehyung, Hoseok y Jimin hablaban estupideces o sobre alguna fiesta. Nada nuevo.

Ninguna notificación o mensaje contenía algo lo suficientemente interesante para distraerme.

Estuve a punto de colocar el pequeño aparato sobre la mesa pero recordé la conversación que tuve con Jimin y Hoseok hace unas cuantas horas y no pude evitar dejarme llevar por la curiosidad. Entre a Instagram y busqué la cuenta. Creí que sería más difícil encontrarla pero sería muy estúpido de mi parte no asumir que es la que tiene una foto de ella en el perfil.

En la foto ella aparecía distraída con su celular, una fotografía simple. La descripción simplemente decía: "Shin Sun Hee". Comencé a revisar las fotos y en la mayor parte de ellas aparece distraída, lo que demostraba que habían sido tomadas de lejos. El resto de ellas se podría decir que fueron tomadas sin discreción alguna, quizás por sus amigos.

Half | Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora