Half | Kim Namjoon

O c h o

♡Shin Sun Hee♡

Risas huecas y sin motivo salían de nuestras bocas, así como nuestras mejillas empezaban a doler pues reíamos falsamente ante cualquier tontería que saliera de nuestros labios, parecíamos unos estúpidos, y quizás sea así, somos estúpidos.

En el segundo piso, en un pequeño cuarto, sentados en un sofá muy deteriorado, donde la luz parpadeaba constantemente amenazando con desfallecer mientras que nuestra vista disminuía gracias a la cortina de humo que habíamos formado.

El cuarto se había llenado con más personas, el pequeño sofá seguía en pie de milagro y aun sabiendo eso hicimos lo posible para que más personas se sentaran sobre él. No supe en que momento había terminado sobré las piernas de SeokJin pero la realidad era que no me importaba saberlo.

El pequeño porro fue pasando de mano en mano y de boca en boca, consumiéndose rápidamente.

Mi mundo había empezado a dar vueltas y a ir más rápido, mi corazón se aceleró y con cualquier cosa que hiciera sentía adrenalina. Bastó un parpadeo para que ahora nos encontráramos fuera de la pequeña habitación y en medio de la pista, bailando como si la vida se nos fuese a ir.

Otro parpadeo y el cambio de luces de verde a rojo. Subida sobre la barra junto a SeokJin, una botella de lo que suponía era vodka por su gran parecido al agua. Gritaban nuestros nombres mientras nos retaban a beber todo el contenido de una sola vez.

Una mirada entre nosotros bastó para que empezáramos a beber aquel líquido como si en realidad fuese agua, cuando en realidad quemaba nuestra garganta con cada trago.

•••

Me senté sobre el lavamanos y solté un suspiro mientras observaba a Jin entrar y cerrar la puerta. De igual manera soltó un suspiro y luego se apoyó contra la puerta, susurro un «Por fin» aunque afuera aún se escuchasen las voces de los demás, quienes pensaban que habíamos entrado al baño para volver un poco más placentera la fiesta, si saben a lo que me refiero.

SeokJin le dio un golpe a la puerta, supongo que con la esperanza de que nuestros espías desaparecieran pero lo único que consiguió fue un grito obsceno por parte de ellos. Acostumbrada a actos tan infantiles –más de lo que me gustaría admitir–, simplemente sonreí, intentando encontrarle la gracia, aunque en esos momentos podías pronunciar la simple y sencilla palabra "pudín" y me iría al piso de la risa.

Pero a SeokJin se le notaba un poco irritado, rodó los ojos y volvió a suspirar con pesadez. Había chocado más de una vez con un par de chicos que, para qué negarlo, eran unos idiotas. Quizás esa había sido una de las razones por las que no había disfrutado por completo las cosas, pero no era la principal causa.

Cada vez que lo veía directamente a los ojos podía percibir ese brillo de dolor en su mirada, como si miles de agujas fuesen clavadas en su cuerpo cada vez que respiraba, así de dolido se veía.

Y admiraba su habilidad para ocultarlo.

Porqué de no haber sido por la pastilla que nos bebimos un par de horas atrás y unos cuantos porros consumidos, jamás hubiese percibido aquello. Recordando su supuesto motivo para quedarse, viéndolo ahora me hacía darme cuenta que había sido una simple excusa para quedarse y conseguir una manera de perderse pero no solo, quería compañía y puede que aquello haya hecho que quisiera quedarme con él.

Era triste darme cuenta que el motivo no era porque también quisiera compañía, pues no le temía a la soledad, es más, la simple idea me traía fascinada.

Nadie quería estar conmigo y yo no quería estar con nadie, y supongo que estaba bien con eso.

Su peso volvió a recargarse por completo sobre sus pies y dio un par de pasos.