S e i s

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Shin Sun Hee

—¿Y cómo está Sol? Llevo tiempo de no hablar con ella —caminaba por el pasillo que formaban las estanterías de libros. Pasaba mi mano por los libros y cuando veía alguno que llamaba mi atención me detenía, leía su titulo y trama.

—Supongo que bien, no me ha dicho lo contrario. Lo único nuevo sería que últimamente parece chimenea fumando —dije un poco disgustada.

—¿Maria...? —preguntó, se escuchaba preocupado por mi posible respuesta. Fruncí mis labios.

—Creo que es simple nicotina pero eso no significa que no fume de ella tampoco —soltó un suspiro.

—¿Pero no le afecta a la hora de tomar sus medicamentos?

—Quizás con la maria pero, si no me equivoco, ella sabe en qué momento puede hacerlo —explique. Escuche como hacía un sonido gutural como afirmación. Tomé uno de los tantos libros que había en la estantería y comencé a leerlo.

—¿Y tu? —preguntó. Continué leyendo tranquilamente.

—¿Yo que?

—¿Sigues fumando? —a pesar de saber que no me estaba viendo mi cuerpo se tensó. Sabía que ese era un hábito que él realmente detestaba y nunca ha estado deacuerdo en qué Sol, Young Mi, In Na y yo tuviésemos tan mal hábito. Aunque no solo era eso, siempre demostró abiertamente su disgusto con todo lo que tuviese que ver con alcohol, drogas o todo aquello que te volviera una mierda.

Podía mentir, no es como si se fuese a dar cuenta de que estoy mintiendo mientras hablamos por celular pero esa pequeña voz en mi cabeza no tardaba en hacer presencia y decirme lo mierda que era por solo pensarlo.

«¿Enserio quieres mentirle a la única persona que ha estado en todo para ti?»

Los malos hábitos no se pierden tan fácilmente , Shi Yoon, y menos cuando no lo intentas —musité. No pude ignorar el suspiro que soltó el cual sonaba como una risa pero que no eliminaba la desilusión.

Podía sonreír pero sabía que estaba decepcionado y eso hacía sentir mi estómago enfermo.

—Tu... ¿Te han dicho que eres un dolor en el culo? —bromeó. Sonreí mientras cerraba el libro y lo colocaba nuevamente en su lugar; ni siquiera recuerdo cual era el título.

—Más veces de las que te imaginas —le seguí—, eso ya es un cumplido para mi —rió.

—No me agrada la idea de que sigas fumando o haciendo cosas similares pero amo tu sinceridad por eso no te dire nada... por ahora claro, cuando tenga la oportunidad te daré un sermón —me reí. Sabía que hablaba enserio pero no me afectó. Nos quedamos en silencio, no era incomodo más bien parecía necesario.

En ese momento realmente quise que estuviésemos hablando frente a frente y no por llamada. Quería que las cosas fuesen como lo eran hace un año atrás, donde aún podía hablar con él mientras nos acostábamos en su cama, y estaban esos momentos donde nos mirábamos fijamente, solo porque si. O cuando nos reuníamos todos, inclusive en esos momentos Jimin e In Na hacían un esfuerzo por no empezar a pelear.

Me recosté en una de las estanterías que estaban pegadas a la pared y cerré mis ojos, imaginado que él estaba frente a mi.

—Sun Hee —me llamo. Hice un sonido de afirmación con mi garganta indicándole que lo escuchaba—, te extraño, demasiado.

Una revolución empezó en mi estómago, reviviendo aquellas mariposas que creí muertas el día que soltó mi mano. Era como si estuviese pensado lo mismo que yo en esos momentos y me vi tan tentada a decir aquellas palabras que nunca le dije mientras aún sostenía mi mano pero me limite.

Half | Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora