Half | Kim Namjoon

C i n c o

♡ Shin Sun Hee♡

En pocas palabras; detesto que invadan mi espacio personal.

O más bien nunca he sabido que hacer cuando tengo a las personas tan cerca, era y sigue siendo inevitable el ponerme nerviosa por tan pequeño detalle. Mis manos empiezan a sudar y desgraciadamente tartamudeo, no logro mantenerle la mirada a otra persona y mi corazón empieza a latir desmesuradamente por la presión que mi propia ansiedad empieza a generarme. Era de las principales razones por las cuales me volví tan reservada.

Resumiéndolo, me vuelvo un completo caos.

Llegaba al punto en que no tenía idea de como salir de las situaciones que terminaban volviéndose incómodas, como por ejemplo, ahora.

Estaba recostada en el respaldo de la silla con las piernas cruzadas, mientras mordisqueaba mis uñas, ansiosa. Ambos nos negábamos a mirarnos a la cara por lo incómodo que se había puesto el ambiente. Hubiese preferido soportar a Dong Yul que estar soportando esta clase de ambiente. Parecía que habían pasado horas desde que estamos así, cuando en realidad eran minutos y empezaba a desesperarme.

—Tu... ¿lo conoces? —su voz se escuchó tan baja que difícilmente logre escucharlo.

Giré lentamente mi cabeza, evitando mirar directamente a sus ojos y sin dejar de morderme las uñas. Analice su pregunta y momentos después comprendí a quien se refería.

—Si, salió con una amiga y ella me lo presento —respondí.

—¿Significa que son amigos? —dedujo. Negué con la cabeza y solté un suspiro.

—¿Cuando te encuentras con un amigo le pides ayuda a alguien que apenas conoces para librarte de él? —Inquirí con cierto sarcasmo.

—Eso es un no —sonrió apenado— ¿Pero sigue saliendo con tu amiga?

—Has salido con Jimin ¿Cierto? —asintió—. Esta chica es el doble de él solo que versión mujer, así que ¿tu que crees?

—¿Conquista de una noche? —preguntó dudoso.

—¡Bingo! —chasquee mis dedos y luego lo apunte con el índice.

—¿Pero ustedes dos siguen viéndose? —dijo curioso pero a la ves dudando.

—Claro que no —respondí rápidamente. ¿Acaso tengo cara de estar loca?—. El maldito es un dolor en el culo. Un mes atrás apareció por aquí y desde que me vio no ha dejado de joderme la existencia —había cierta repulsión en mi voz dirigida hacia Dong Yul.

—No te agrada —afirmó— ¿Por que mejor no se lo dices directamente? —sugirió. Solté una pequeña carcajada.

—¿Y crees que no lo he hecho ya? El maldito no entiende, he intentado de todas las maneras posibles de decírselo y no entiende —solté frustrada—, ya me harte de sus malditos ofrecimientos y sus jodidos coqueteos.

—¿Has intentado ignorarlo? —cuestionó.

—¿Crees que si no entendió cuando le dije directamente que no quería tenerlo cerca, entenderá si lo ignoró? —solté con sorna.

—Ignóralo —sugirió—. Como seres humanos, no importa cuantas veces lo neguemos, nos duele o nos enfurece que una persona nos ignore, sea importante o no para nosotros —su voz sonaba tan segura y serena que me fue imposible él no creerle.