S i e t e

77 8 19
                                    

Shin Sun Hee

La música se escuchaba fuertemente por toda la casa, provocando que el piso vibrara levemente por el retumbo de las bocinas. La temperatura había subido considerablemente por la gran cantidad de personas que había en el lugar, y que aún continuaban llegando.

Sol y yo estábamos sentadas en el pequeño sofá importándonos poco su estado y quienes o que estuviesen haciendo junto a nosotras. Con una lata de cerveza en la mano, observábamos a In Na y a Young Mi, quienes fingían mantener una conversación entre ellas, cuando en realidad lo que hacían era esperar a que llegaran sus víctimas de esta noche. Miraban hacia la puerta con disimulo, demasiado impacientes.

­­­­—Te apuesto a que el invitado de Young Mi es de los chicos guapos, voz grave, encantadora y con un pequeño paquete —dijo con total seguridad—, posiblemente, gay de closet —finalizo.

—¿Por qué sería gay de closet? —pregunte con una ceja enarcada y una sonrisa en mis labios.

—No lo se, la mayoría de chicos guapos terminan siendo gays, así que tú dime —respondió con simpleza para luego darle un trago a su bebida.

Sonreí de acuerdo con sus palabras para luego imitarla y darle un trago a mi cerveza.

—Te apuesto a que el invitado de In Na será alguien poco atractivo, de su misma altura y con un buen paquete —le seguí el juego aun sabiendo que posiblemente ambas tendríamos razón en la mayor parte de lo que creíamos.

In Na es linda pero con un gusto pésimo. Mientras que con Young Mi son atractivos pero siempre tienen un tornillo suelto. La peli teñida asintió de acuerdo mientras volvía a dar un trago a su bebida.

Había pasado una hora y media desde que la fiesta inició –para nosotras–, y difícilmente lograba admitir lo frustrada que me sentía en esos momentos porque las cosas no habían empezado como yo quería y para colmo me vengo enterando que la cita de In Na –si así se le puede llamar– traía un amigo con él que al parecer tengo una... ¿cita? No, mejor dicho, tengo que acompañarlo el resto de la noche.

Yo simplemente quería emborracharme, ¿tan difícil es?

—Vamos a otro lado, aquí ya está aburrido y junto a mí están a segundos de grabar una película porno —soltó mientras se pegaba más a mi con la intención de apartarse de ellos. La mire para luego soltar un suspiro, hice un leve movimiento con la cabeza como señal para que nos apartáramos de ahí.

Empezamos a caminar entre la multitud de personas que bailaban al ritmo de la música, conversaban o se besaban, simplemente hacían lo que se les venía en gana. Habían personas que me saludaban o me sonreían cuando pasaba cerca de ellas, les devolvía el saludo por simple cortesía porque honestamente no tenía idea de quiénes eran algunos.

Nos acercamos a la barra de bebidas y nos sentamos en una de las sillas que estaban ahí, pedí dos cervezas al bartender. Y cuando finalmente colocaron una de las botellas de cristal, las cuales contenían al líquido ámbar, le di un gran trago quedando encantada con aquel sabor amargo.

Luego de disfrutar del amargo sabor de la cerveza, me quedé observando el lugar con detenimiento, fijándome hasta en el mas mínimo detalle del lugar. Mi cerebro empezó a imaginar los posibles escenarios que podrían ocurrir si yo me animara a hacer determinada acción.

Las posibilidades eran infinitas, así como irreales y aún sabiendo eso la parte imaginativa de mi cerebro se negaba a apagarse. Al contrario, prefirió empezar a narrar una historia la cual solo yo sería capaz de escuchar pero sabía que en algún momento plasmaría en aquella libreta.

Half | Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora