Era de nuevo de noche en la Casa del Cerezo en Flor, pero el ánimo de los que habitaban dentro era oscuro, mientras el anciano Nifune trataba a Nodoka y comenzaba a juntar los elementos para el antídoto del "Fuego Voraz", Lord Higuchi pasó el resto del día encerrado con Yui y el General Eiji discutiendo cómo iban a resolver el gran problema en el que se encontraban.
-Mi Señor... lo más sensato es informar al Shōgun de lo sucedido con Mi Lady, para que él mismo requise los perfumes de manos de sus damas...- El General Eiji se esforzaba por ser la voz de la razón en medio de aquella compleja situación, pero su discurso fue interrumpido por Lord Higuchi, -¿Cómo esperas Eiji que me presente ante Mi Señor Tokugawa a decirle que sin saberlo puse un veneno terrible en manos de su esposa y su concubina?- El Daimio daba vueltas de un lado al otro de la habitación, cuando de pronto se detuvo y fijó su mirada de acero en Yui, como si acabase de tener una revelación.
-Fierecilla, es hora de que pongas en uso lo que sea que te haya enseñado Oishi durante estos meses, deberás recobrar los frascos y traerlos ante mí...-
Yui abrió la boca grande como una "O" y los ojos tanto como pudo al escuchar esas palabras del noble, así mismo el General Eiji, sin dar crédito a la orden que acababa de oír, sólo atinó a protestar, -¿Acaso pretende Mi Señor infiltrar a Yui dentro del Castillo Edo?, eso es alta traición Mi Señor, si esta niña falla, será nuestro fin...-
-Tal cual y como lo estás diciendo Eiji... pienso infiltrar a Yui dentro de la Mansión de mujeres del Castillo Edo, para que recupere los perfumes que le entregué al Shōgun antes de que su esposa y concubina los usen...- la resolución en las palabras de Lord Higuchi no dejaban asomo de duda.
-Pero Mi Señor...- esta vez fue el turno de Yui para poner en duda la viabilidad del plan del Daimio; sin embargo, antes de que pudiera terminar la frase, el noble cortó con un gesto de su mano. -¡Ya basta de quejas!, en este momento no podemos darnos el lujo de ser diplomáticos o cautelosos, no hay más opción, además ya tengo una idea de como meterte en ese lugar de la mejor manera. Mañana, irás conmigo a presentar respetos al Shōgun durante la ceremonia de ofrenda a los antepasados del clan Tokugawa...-
El resto de aquella jornada transcurrió con los tres ultimando los detalles de la peligrosa misión.
Luego de que Lord Higuchi y el General Eiji se retiraron a sus aposentos, Yui decidió ir hacia el cuarto de Nodoka para ver cómo se encontraba la favorita, y preguntarle al anciano Nifune por un par de cosas que la tenían muy confundida. -¿Acaso el comportamiento de Mi Lady Nodoka haber sido sólo producto del veneno, o ella de verdad quiere algo de mi?...
La jovencita se presentó en el cuarto y efectivamente, encontró al médico concentrado a fondo en controlar la fiebre de la dama, mientras que aplicaba unas hierbas sobre las zonas quemadas por el veneno.
-Anciano Nifune, ¿cómo se encuentra Mi Lady?- la muchacha preguntó con tono cauteloso mientras observaba desde una distancia respetuosa, entonces el viejo levantó la vista y a quemarropa dijo: -Niña, ¿viniste a ver por la salud de la favorita de tu Señor o para saber por qué ella actuó así contigo?- Yui se quedó como de piedra por las palabras del galeno, así que cerró la puerta del cuarto tras ella para acercarse un poco más; luego con un tono avergonzado afirmó, -Si, quiero saber por qué ella se comportó así conmigo...-
El galeno miró directo a los ojos de la jovencita mientras tomaba el pulso de la dama, después secó el sudor en su frente. -En principio, el "Fuego Voraz" hace que la persona entre en un estado de profunda sensibilidad, cualquier estímulo para ella será como si un rayo le cayera encima. Eso combinado con el aumento de la temperatura corporal, termina haciendo que la víctima sea presa fácil de sus impulsos sexuales, pero si la persona no está frente a alguien por quien tenga algún tipo de sentimiento o deseo, no pasará de una fiebre intensa...- para ese momento, el rostro de Yui era de completo estupor, sus ojos estaban abiertos al máximo y contenía la respiración; -... así que debes aceptar niña, que si Lady Nodoka trató de seducirte, es porque guarda algún sentimiento por ti, o al menos te desea-
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SHIRO NO HANA "LAS FLORES DEL CASTILLO"
RomanceJapón, año 1.637 En medio de las confrontaciones y un mundo donde los roles sociales son inamovibles, surge la rebeldía, el deseo de amar y una historia de cómo encontramos nuestro destino.
