✾ Capitulo 4 ✾

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Se puso de pie con un poco de dificultad y la encaró incrédulo.

¿Qué tipo de pregunta era ésa?
Marinette era del tipo que hacía bromas con todo, pero esté no era el momento adecuado para sus juegos infantiles.

—A veces sobrepasas los límites con esos juegos— se secó una lágrima.

—No quiero ser grosera, pero me estás incómodando. No sé quién es usted, debe estar confundiéndome. ¿Podría salir?— ella cerró el libro y se alejó un poco yendo a la cama.

La miró bien. En su mirada, desgraciadamente, era posible ver que aquello no era ninguna broma de la azabache. Él ya la conocía con tiempo suficiente para entenderla sólo con una mirada.

"Ella ya te olvidó" resonó en su cabeza como si fuera una maldición.

—Acabo de pasar por un accidente y estoy medio confundida, pero estoy segura de que no te conozco. Recordaría si conocía, tu cara es muy peculiar.

Él sintió sus piernas flaquear y el falta de aire. ¿Entonces eso era lo que Nathaniel quería decir? ¿Marinette había perdido la memoria después del accidente?

El muchacho dio dos pasos atrás y vio todo el cuarto. ¿Cómo pudo olvidarse de Luka? ¿Cómo pudo olvidar todo lo que pasaron juntos? ¿Cómo tuvo la osadía?

La puerta fue abierta con calma, pero él no quiso girar para ver quién era. Estaba demasiado ocupado tratando de digerir todo aquello sin dejar que la emoción se reflejara, no se permitíria llorar más.

—Querida, volví.

La voz era de Claude. El moreno había roto la cara de aquel sujeto hace un año. Él era el ex novio de Marinette. ¿Qué diablos estaba haciendo allí? No tenía ningún lazo con ella para actuar de esa forma.

Luka intentó recuperar la razón, pero su cuerpo parecía no responder. Todavía estaba en shock al oír de su novia que ella no se acordaba de él. Que no se acordaba de la historia de amor más increíble de todo el universo, y eso era algo que ella solía decirle mientras observaban las estrellas.

—Tu desgraciado— el hombre gritó soltando el vaso de café de su mano y saltando sobre él.

El moreno ya estaba débil, entonces aquella pequeña embestida fue suficiente para derribarlo. El impacto en el suelo hizo que todo le doliera y el aire le faltó por más de 6 segundos. Pero aún no era peor que saber que la azabache no lo recordaba.

—¿Cómo te atreves a venir aquí después de todo lo que hiciste?

El cobarde subió encima de él y estaba listo para depositar un puñetazo en la parte derecha del rostro ya herido del moreno. La Dupain Cheng imploraba mientras lloraba para que el hombre parara, pero nada hacía efecto.

De un momento a otro, el Couffaine vio al hombre que estaba encima caer de lado revelando a Juleka.

—Cielos, cuando llegué y no te vi en la habitación, supe al instante que estarías aquí— la más joven se inclinó y ayudó a su hermano mayor a levantarse.

—Podría acabar con él igual que aquella vez— tosió sangre. —Tu sabes que podría.

Era posible oír el leve lloriqueo de la azabache. Ella estaba claramente desesperada y era incapaz de entender el motivo de su novio para atacar a un desconocido de esa forma. Ella intentaba calmar al hombre depositando un leve cariño en su cara con aquella mirada de preocupación.

Remember Me [Lukanette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora