✾ Capitulo 8 ✾

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Ella recordaba su propia historia, sabía de todo y un poco más. Pero aún no lograba recordar completamente al Couffaine. Su corazón no latía al mismo ritmo como lo hacía de antaño.

Se detuvo al sentir como sus ojos comenzaban a soltar lágrimas. Sólo quería llegar a casa, tomar sus cosas y desaparecer de aquel lugar para siempre. No quería torturarse por no recordar parte de su vida.

Pero eso no sucedió.

El golpe en la parte trasera de su coche fue muy fuerte, tan fuerte al punto de empujar el cuerpo de la chica hacia adelante y hacer que se  golpeara con el volante. Tal vez la culpable del accidente fuera Marinette, la azabache ni siquiera miraba el flujo de la pista.

No sé golpeó la cabeza con fuerza, el impacto sólo sirvió para dejar el lugar adolorido.

—Mi dios, lo siento mucho— era la voz de una mujer.

La azabache estaba demasiado desorientada para siquiera prestar atención.

Ella miraba hacia adelante, pero lo que veía no era la calle del centro de la ciudad, era el precipicio donde sufrió el accidente. Miró hacia los lados, pero todo lo que veia era aquel lugar. Estaba delirando. A su izquierda, ella podía ver a Luka susurrando un "te amo".

Su cabeza recibió un fuerte golpe y la Dupain sintió un dolor que nunca había sentido. Parecía que estaba siendo atacada hasta el fondo por una metralleta poderosa.

Ahora podía ver al Couffaine sosteniendo sus caderas por detrás en medio del baño. La escena era íntima, muy íntima. El agua recorría ambos cuerpo, el recuerdo era un poco nítido pero no era suficiente para disminuir la remembranza de que en aquel momento, ella estaba sintiendo calor pasional.

La imagen que visualizan estaba cambiando y todo venía como flashes rápidos y claros.

—¿Segura?— Luka preguntó.

Estaba encima de ella, sin camisa y con las manos firmes en su cadera. Casi era posible oír los latidos de su corazón y su mirada era una cosa hermosa de admirarse: estaba levemente asustado, como si tuviera miedo de proseguir, pero cariñoso, dispuesto a hacer todo lo que ella pidiera.

El Couffaine era la cosa más perfecta en el universo. Él prosiguió con un beso tan pronto como la azabache asintió con la cabeza.

Quiero ser tuya, Luka. Sólo tuya.

Puedo verlo sonreír antes de que desapareciera la imagen junto con el escalofríos que recorrió su espina dorsal.

Cuando el dolor se detuvo, una voz  en su oído insistía en continuar con su agonía.

—¿Está bien? Mi hijo no paraba de gritar en el asiento trasero y no pude ver su carro.

—S-sí, creo.

Estaba confundida. Aquello acertó a la Dupain Cheng con toda la fuerza. Eran recuerdos parciales, ella sabía que mucha cosa aún estabas incompletas, pero lo que realmente importaba era que ella podía recordar un poco.

Se acordaba del amor de Luka, que calentaba su pecho cada vez que las cosas se complicaban. Recordaba las mariposas en el estómago y el escalofrío que subía cada vez que lo veía sin camisa.

No fueron cosas que leyó en un chat o vio en alguna foto. Eran recuerdos de cosas que sólo ocurrieron entre ellos y no estaba registrado en ningún lugar aparte de sus mentes.

Y ella se acordaba de casi todo.

—¿Quieres que llame a una ambulancia, querida?

—No— dijo firme volviendo en si —Estoy bien, mejor que nunca. Y hay que resolver algo.

Remember Me [Lukanette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora