✾ Capitulo 7 ✾

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La azabache ya no sabía si era una buena idea regresar para encontrarse con él.

Respiró profundamente y cogió el teléfono llamando a Claude, su novio. Ella estuvo segura de que aquel hombre que su padre había infiltrado en su vida era alguien con quién ya no debía tener ningún tipo de contacto. No necesitaba tener sus recuerdos recuperados para saberlo.

Cariño, ¿dónde estás? Tu padre está cómo loco buscándote— se rió.

—No me llames cariño, para con esa farsa ahora. Tú, mejor que nadie, sabe que sólo estamos juntos por culpa de mi padre y sus intereses. No te quiero, Claude, y sé que te sientes de la misma manera. No necesitamos quedarnos en eso— su tono de voz era más firme de lo que ella esperaba.

¿Has recuperado la memoria?

—No necesito memoria alguna para saber que no eres el tipo que quiero en mi vida.

Dios, esta sensación de deja vu. Está utilizando las mismas palabras— suspiró. —Sabía que lo harías, tarde o temprano, pero tu padre había creído en la ilusión de que él podía controlar tú vida. Marinette, te deseo todo lo mejor para ti.

Y él guardó silencio. El sonido de la llamada terminada, extrañamente, traía un sentimiento de paz y ligereza.

Era libre para decidir lo que sería mejor para ella misma, incluso sin saber lo que podría ser.

Ella suspiró mirando su propio reflejo en el espejo.

[•••]

Ya hacía tres días desde la última vez que encontró a Luka en el bar. Tres días que ella no podía sacarlo de su cabeza.

La música todavía martillaba en su cerebro y la mirada del chico aún partía su corazón. Cielos, deseaba tanto poder comprender lo que pasaba, quería tanto saber el motivo de estar de esa forma.

Quería tanto recordar al menos un poco.

Marinette todavía se torturaba mirando las fotos de la carpeta "Privado". Luka era un chico increíblemente hermoso y ella sentía ganas de fotografiarlo cada vez que se encontraba admirando alguna foto de él.

La azabache se arrojó en la cama y suspiró. Intentó, con todas las fuerzas del mundo, recordar todo lo que vivió, pero era imposible. Su cabeza siempre dolía y ella estaba obligada a dejar de esforzarse para su propio bien.

Luka no le respondía más. Ella intentó pedir otro encuentro, pero el Couffaine sólo dijo que no podía seguir con aquella tortura, ya había sido demasiado para él. Dijo que estaba desistiendo, que aquello no era bueno para ninguno de los dos.

Pero ella quería recordar. Quería entender.

Pasó todo el día leyendo todas las conversaciones recientes en su red social. Leyendo conversaciones divertidas con amigos que parecían ser increíbles. Y leyó también todo el chat con Luka.

Su historia parecía ser hermosa.

La azabache tuvo una larga conversación con el padre y preguntó todo lo que podía sobre cómo era en los últimos dos años. Sólo oyó barbaridades y mentiras detrás de mentiras. No creyó en una sola palabra dicha de él, quién insistía en decir que el muchacho la había convertido en una drogadicta, prostituta y desviada del camino correcto.

Marinette sabía que Luka nunca haría eso, sentía eso en el fondo de su corazón.

Al leer todo lo que ya había hablado con el Couffaine, la Dupain Cheng se sintió una especie de lectora de un libro de romance. Era una historia tan emocionante que devoró cada mensaje y, al final, no pudo creer que formó parte de eso.

Remember Me [Lukanette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora