21. Todos te aman

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C h a p t e r   t w e n t y  -  o n e
EVERYONE LOVES YOU

C h a p t e r   t w e n t y  -  o n e❝EVERYONE LOVES YOU❞

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Aún con el hecho de que la señora Bundrick no era la mayor admiradora de Kenneth, Alana estaba segura de que su madre estaba más emocionada por el baile de graduación que ella misma.

     —Alana, deja de tocarte el cabello —dejó salir su madre, golpeando su mano.

     Ella gruñó y se acomodó sobre la silla, después de que su madre también la reprendiera por su mala postura.

     —Mamá, de verdad, solo es mi graduación; no mi boda. Estoy segura que Kenneth te perdonará si algún mechón de mi cabello no se encuentra bien acomodado.

     —Pues no tendrá porqué porque ninguno lo estará —dijo la señora Bundrick sonriendo a través del espejo —. ¡Georgia, ven aquí, es tu turno!

     Alana rió al grito de su madre, antes de bajar la mirada para leer un mensaje de texto de Kenneth.

"No puedo esperar a verte, preciosa"

     Sonrió involuntaria e instantáneamente y trató de controlar su entusiasmo.

     Tal vez si estaba un poco bastante emocionada.

     —Mamá, en serio. Si te tomas el mismo tiempo en mi cabello como lo hiciste con Alana, me haré una cola de caballo y la adornaré con algún broche o algo por el estilo —se quejó Georgia, tomando asiento a lado de su hermana.

     —No te harás una cola de caballo, y repito, no te harás una cola de caballo para el baile de graduación. Además, ¡estamos pasando tiempo juntas! —dijo su madre con entusiasmo, levantando las pinzas para cabello por el aire.

     Alana empezó a reír; algunas veces parecía que para su madre era invisible y otras, su mundo entero. Era difícil de seguirle el paso a sus cambios de humor.

     Miró a Georgia divertida, pero ella tan solo bajó la mirada con rapidez. No tenía idea de lo que pasaba. Primero pensaba que la pelea con Kenneth había sido una bendición, ya que por primera vez, Georgia estaba actuando como su hermana. Veían películas juntas y hablaban sin parar por horas hasta que ella se sentía mejor mientras comían helado. Dependía la una de la otra. Y ahora, habían sido casi dos semanas desde que habían tenido una conversación decente.

     —Iré a maquillarme —Alana dejó salir un suspiro, antes de tomar su pequeño bolso y caminar hacia el baño cerrando la puerta detrás de ella.

     Se sentó sobre el inodoro y cubrió su rostro con ambas manos. Estaba nerviosa. Esta sería su noche. Sería su noche con Kenneth. Probablemente la noche más importante que pudiese tener con él. Le daría todo de ella.

THE RIGHT GIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora