Alisa Malfoy

Enemigos Ocultos

Como cada año Noche Buena y la mañana de Navidad se quedaban en casa o iban con los Weasley, pero por la tarde se excusaba con el trabajo para poder irse a la casa del bosque y poder pasar el día con Delphi.

-Mira mami, Santa me trajo una tiara y un cojín raro.

-No es un cojín raro Delphi, es una cama para perro – Alis apenas podía contener la emoción.

-Pero yo no tengo perro.

-Ah, se me olvidaba – Alis fue a la cocina y regreso con dos cajas de regalo –. Santa y yo nos pusimos de acuerdo con los regalos, abre el de arriba – Delphi lo hizo y de su interior sacó una hermosa túnica azul con brillos.

-¡Wow! ¡Es como de princesa, como en los cuentos!

-¿Te gusta? Combina con tu tiara ¿no?

-¡Me encanta, me encanta! – Alis sonrió al ver a Delphi brincando de contenta.

-Bueno abre la otra caja – Delphi lo hizo y soltó un grito de emoción cuando un cachorro de pastor alemán le lamio la mano, el cachorro la miro con curiosidad e intento salir de la caja entonces Delphi lo cargo.

-¿Cómo se llama? ¿Puedo conservarlo?

-Claro que sí, es tuya, se llama Tara, ella cuidara de ti al igual que tu cuides de ella y te hará compañía cuando yo no esté, así tú, Michelle y Tara estarán bien en mi ausencia.

-¿Por qué no puedes quedarte aquí para siempre mami?

-Bueno porque en otros lados también hay gente que me necesita, además tengo que trabajar y evitar que los malos vuelvan a hacerle daño a nadie.

-¿Los malos?

-Si Delphi, afuera en el mundo hay gente mala, magos y brujas muy malos que le hacen daño a las personas inocentes, que destruyen familias...

-¿Y no basta con no salir? – Alis sonrió.

-No, no es tan simple, los malos a veces encuentran la forma de entrar aun cuando uno piense que está en un lugar completamente seguro.

-¿Aquí? ¿Y si los malos vienen por mí?

-No Delphi aquí no, yo jamás dejaría que nadie te hiciera daño, eres mi niña, te amo demasiado ¿lo sabes?

-¿Tu conoces a los malos?

-Sí, yo conocí a hombres y mujeres muy malos, les gustaba hacer daño a la gente, mandar a las personas a lugares lejanos, fríos y oscuros, pero los derrotamos y ahora ya no están, no todos, por eso tengo que trabajar, para evitar que hagan daño y atrapar a los malos en una torre.

-¿Con dragones que los mantienen atrapados?

-No precisamente, mmm... con guardias, con soldados buenos que los mantienen encerrados.

-Me alegro que me lo digas mami, así ya no me sentiré tan triste.

-Ven aquí – la abrazó.

-Tía, tía – Victoire corrió hacia ella.

-Vic – Alis la tomó en brazos y enseguida se vio rodeada por sus otros sobrinos y Teddy que lloriqueaba.

-Es mía, es mía – Molly rió y lo tomó en brazos.

-Bueno a los niños compartidos se les premia con galletas ¿Qué dices?

-Dos galletas.

-Dos galletas serán.

-Abu yo también quiero galletas – chilló Victoire.