Parte 2. Clarines.

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Pov. ________.

Marissa: Eres la princesa, se suponé que deberías ir ahí dentro - señaló el carruaje que viajaba delante de nosotros.

_______: Le dije a Papá que no era necesario traer un carruaje, podíamos haber venido solo tu y yo, además, me desespera la rapidez con la que consiguío que yo viniese al reino de Clarines - ambas íbamos cubiertas con capuchas, yo llevaba de color blanco y Marissa una roja.

Marissa: Bueno, es un rey, además, primero debes conocerlo para saber si te agrada y así comprometerte con él, digo, este vez tienes la oportunidad de elegir si quieres que sea él o no...

_______: Bueno, pues si es un príncipe, seguramente será alguien engreído, y orgulloso y mira que para orgullosos solo yo! - declaré.

Marissa: No me sorprendería mucho si resulta ser igual que el príncipe Raji.

_______: Ojalá no sea así, estoy cansada de príncipes de ese tipo...

Marissa: Bien, demonós prisa, ya vamos un poco tarde, pasa del medio día - aceleró el paso, me quedé un poco atrás de ella, así que aproveché su distracción para separarme de ella.

Dí a la rienda de mi caballo y me alejé rapidamente de ella sin que lo notasé.

Es la primer vez que estoy en Clarines y no me perderé la opirtunidad de ver el reino por mi propia cuante, cuando anochezca regresaré al castillo.

Cuando me alejé lo suficiente, me bajé de Leo, quién es mi caballo y comenzé a caminar llevando a mi medio de transporte de la rienda.

Miré muchas casas pintorezcas, puestos de comerciantes, risas y personas conversando, a decir verdad, este sitio no es muy diferente de Crisalia.

Llegué a una plaza no muy grande, me detuvé a observar el lugar, cuando una pelota rodó a mis pies.

Miré esta unos segundos.

Niño1: ¿Podría lanzar la pelota? - alzé mi vista y miré a cuatro niños y una niña.

Dejé a Leo sujetó a un árbol cercano y tomé la pelota.

_______: ¿Me permiten jugar un rato con ustedes? - cuestioné.

Niño2: Pero...¿No estás grande para jugar con niños?

_______: Me ofende que digas eso, ¿Puedo jugar? - los niños lo pensarón un momento y finalmente todos asintieron.

Así, comenzamos a jugar.

Niña: ¿Qué edad tiene usted?

_______: No te dirijas a mí de esa forma, me hace sentir vieja - comenté - Tengo 19 años...- con una seña, pedí la pelota y uno de los niños me la pasó - Siempre me ha gustado hacer esto - comenzé a hacer diferentes trucos con el objeto, los cúales dejarón a los niños boquiabierto.

Niño3: ¿Dónde has aprendido a hacer todo eso?

_______: Bueno, hace años, me lo enseñó mi hermano, ambos solíamos jugar juntos - pasé la pelota a la niña, quién después se la pasó a otro de los niños.

Me quedé estática en mi sitio, miré el cielo y me dí cuenta de que en poco tiempo el sol comenzaría a ocultarse.

¿Tanto tiempo he estado recorriendo Clarines?

Miré a mi derecha, a lo lejos podía ver el castillo.

Niño4: Ahí va! - en un abrir y cerrar de ojos, la pelota golpeó mi rostro y caí al piso por falta de equilibrio.

Niños: ¿Estás bien!? - ambos se quedarón viendomé estáticos, por mí parte, comenzé a reír, ellos me mirarón raro.

________: Hacia mucho que no me caía, fuí muy idiota - dejé de reír al ver la expresión de asombro de los niños - ¿Qué sucede? - les miré confundida.

Niño3: Tu cabello - al instante llevé mi mano a mi cabeza y noté que el gorro de mi capa había caído - Es muy...lindo - se acercó hasta mí - Se parece al oro - acarició este.

Niño1: Recuerdo haber escuchado algo sobre una chica con cabello de oro, pero...era una princesa, del reino...vecino - los cinco infantes me observarón.

Niña: ¿Eres una princesa!? - me miró con emoción - Nunca había visto a una princesa, mucho menos jugado con una y en este lugar solo hay dos príncipes - al igual que uno de los niños, también se acercó a mí.

Niño4: ¿Qué hace aquí? - preguntó.

_______: Se supone que debía estar en el palacio al medio día, pero logré eacabullirme y decidí recorrer el reino.

Niño2: No sabía que las princesas jugaban con pelotas.

_______: No conozco ninguna que lo haga, salvó yo - me pusé de pie y sacudí mis ropas - ¿Les gustaría llevarme al castillo? No se como llegar - confesé.

Niña: Si!

Y bueno, de esa manera, los cinco pequeños comenzarón a guiarme hasta el castillo por diferentes calles.

Me contarón sus nombres, Ayumi Kazu, Shoji, Shin y Jun.

Mientras íbamos de camino, los subí algunas veces sobre Leo, a quién parecieron agradarle.

Después de varios minutos logré divisar el castillo, ví algunas sombras en el lugar, pero solo pudé distinguir la de una en particular.

_______: Muchas gracias por traerme - agradecí y me incliné un poco - Esperó verlos de nuevo - los niños se despidieron alegremente de mí y se marcharón.

Con cada pasó que daba, podía notar mejor el semblante molesto de Marissa, tenía sus brazos cruzados y una mueca que daba miedo en el rostro.

_______: Hola Marissa - alzé mi mano en señal de saludo - ¿Me crees si te digo que me he perdido?

Marissa: Lo hubiese creído si no hubieses preguntado eso, ¿Dónde te metiste!? Llevó todo el día buscandoté! Pensé que algo te había pasado, si eso hubiese sucedido se me armaría una grande - comenzó a caminar de un lado a otro mientras me sermoneaba - No puedes ir de un lado a otro en un reino que no conoces, ¿Porqué tu ropa esta sucia? ¿Porqué no llevas la capucha? Pudiste haberte encontrado con algún ladrón, criminal o lo que sea.

_______: Oye! Leo iba conmigo, podía defenderme y además, también llevo mi espada - señalé esta que se encontraba sobre mi caballo.

Marissa: _______, Leo es un caballo, no hay mucho que pueda hacer - mi buen amigo replicó esto ultimó con un golpe al piso - Además, tu deber era llegar aquí y presentarte, alegraté de que ninguno de los dos príncipes se encontraba aquí para cuando yo llegué.

_______: Bien, entonces no hay problema alguno, ¿Entramos para presentarnos? - comenzé a caminar y pasé a los guardias quiénes se inclinarón un poco y les saludé amablemente.

Marissa: _______, por favor, trata de tomarte esto en serio, tienes 19 años, ya no eres una niña y como princesa heredera de Crisalia, tienes que...

XX: cumplir con responsabilidades! - escuchamos a nuestras espaldas, ambas nos dimos la vuelta y miramos como una chica y dos chicos venían en nuestra dirección.

Uno de ellos regañaba a otro.

XX: Se supone que debías estar aquí para cuando la princesa de Crisalia llegasé!

No Necesito Un Principe (Zen Wistaria y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora