Capítulo 3

2.7K 243 32
                                    

La campana hace eco en todo el establecimiento, indicando a los alumnos que ya es hora salir al receso, expulso todo el aire que he estado acumulado en mis pulmones y coloco ambas manos en los bolsillos de mi chaleco.

— ¿Me enseñarás la escuela? —escucho nuevamente la voz de Danbi, me giro y la observo unos segundos, dándome el tiempo de apreciar su bella sonrisa.

—Por-por supuesto. —aclaro mi garganta, levantándome de la silla, quedando a solo unos centímetros de su pequeña anatomía. De forma rápida me alejo de ella, cojo mis pertenencias y la noto acercarse a la salida para luego dirigirme a la misma dirección.

— ¿Por dónde empezamos?

—Comencemos desde arriba. La azotea. —demando, girándome al instante, pues su cercanía me coloca en una posición de nerviosismo absoluto.

Escucho sus diminutos pasos detrás mío y juntos subimos las escaleras faltantes. Empujo las grandes puertas, dejándola pasar primero. Ella entra, deteniéndose unos cuantos metros delante, me acerco siendo lo más prudente y sigiloso posible para colocarme a su lado, viendo el lugar habitando por la soledad.

De reojo puedo notar sus labios entreabiertos levemente y otra vez me quedo embobado ante esa escena e inhalo aire antes de hablar; —No hay mucho que ver, pero la vista es bonita. —suelto lo primero que se me viene a la mente, Danbi abre la boca aparentemente sorprendida por mi comentario.

— ¿Bromeas? Es bellísima, Busán se ve genial desde aquí. —camina hacía al balcón y se posa frente a el. Sonrío inconscientemente al verla tan contenta por algo que resulta insignificante.

—Supongo. Vamos, te llevaré a... —las palabras quedaron estancadas en mi boca cuando siento su mano tomar la mía, impidiendo que avanzara con mi discurso..

—No, quédate un poco. Hablemos para conocernos. —pide con un puchero. No puedo negarme a eso, se ve tan tierna que simplemente accedo sin pensarlo dos veces.

—Está... Bien. —suspiro ido y con una sonrisa estúpida enmarcada en mi rostro con un tenue sonrojo. Danbi me acerca de un tirón, colocándome a su lado.

—Mmm... ¿Tú eres de aquí, verdad? —pregunta sin siquiera mirarme.

—Sí, ¿Y tú?

—No. Soy de Daegu, pero nos tuvimos que mudar por el trabajo de Kwan. Además, mamá quiere abrir un local de comida rápida. —frunzo un poco el ceño, y deseo preguntar quién es el chico que menciona en su relato, pues suena como si estuviese refiriéndose a su padre, sin embargo no concuerda que se dirija de esa forma a él. Opto por asentir, enfocándome en el tono entristecido de su voz y en lo mal que se debe haber sentido dejar todo de un momento a otro.

—Seguro extrañas a tus amigos o... Novio. —no pretendo sonar incómodo, pero lo hago. Un amargo sabor de boca se instala justo en mi garganta, provocándome náuseas.

—Solo un amigo, se llama Taehyung. Y no tengo novio. Todavía soy muy inmadura para eso. —ríe divertida. Lanzo un suspiro al oírla decir aquello. Eso me alegraba muchísimo y ni siquiera tengo la mínima idea del porqué — ¿Y tú tienes novia?

Sonrío a media, de manera forzada más bien; —No, nunca he tenido. No soy muy atractivo tampoco. —afirmo sonando un poco desganado, y siendo realistas, ¿quién se fijaría en alguien tan patético como yo?

Danbi frunce sus labios, y no sé cómo interpretar aquello; — ¿Qué dices? Eres muy lindo Jimin. Seguro cualquiera se sentiría afortunado de tenerte como pareja. —luce consternada por mi obvia y baja autoestima. La miro incrédulo —. No te conozco mucho, pero esa impresión me has dado.

Obsession | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora