Capítulo 18.50 : Un retorno turbulento (Misión parte 3)

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Capítulo 18.50 : Un retorno turbulento (Misión parte 3)

Al salir de la habitación de María, John intenta volver a su departamento lo antes posible, la oscuridad lo ayudaba para pasar desapercibido, no fue hasta que detuvo un taxi y en su interior que el chofer se percató que su pasajero estaba cubierto de sangre, el sujeto se puso muy nervioso, se le notaba en su rostro, John lo podía ver por el espejo, pasaron quince minutos y llega a su hotel, este se baja y le paga por el viaje. El taxista se le queda mirando hasta que entra en el edificio.

John había arrendado un cuarto en el quinto piso, solo porque una de las escaleras de escape se encontraba al lado de su ventana y daba a un callejón.

El agente al estar frente a la puerta, la abre y entra, lo primero que hizo fue buscar en su ropero un cambio de ropa, que consistía en un traje de combate negro que se adecuaba a su cuerpo, todo por si necesitaba escapar, luego para tapar un poco su vestimenta se pone una abrigo oscuro.

Cuando al fin estuvo listo, se sienta en la cama y revisa su bolso, ahí estaban los discos duros, John entonces mira en el ropero y saca una pequeña cajita metálica donde guarda los discos, luego echa la caja en su bolso al igual que una laptop y de ese mismo lugar saca un intercomunicador y se lo coloca en la muñeca. También guarda sus medicamentos y un par de instrumentos pequeños que eran bombas o distractores en caso de que los necesitara, estaba en eso cuando escucha desde afuera del edificio sonidos de sirenas, era el escuadrón de justicia. John por su intercumicador observa a través de cámaras que también estaban los emisarios de la paz estos eran los encargados de velar por el orden de las ciudades de la familia Carbaxal, seguramente estaban ahí por el robo de información generalmente los emisarios no aparecían si no era porque tenían a un objetivo peligroso.

John al ver la situación en que estaba sonríe y se dice.

-Supongo que no podré cumplir con mi promesa, lo menos que haré será cuidarme las heridas si estoy huyendo... Esto es malditamente genial.

El agente no estaba de muy buen humor y el sarcasmo se denotaba en todos sus pensamientos, este suspira y entonces mientras miraba la puerta dice.

- ¡Bien si quieren buscarme, les dejaré una linda sorpresa, estarán encantados!

John con cara inexpresiva comienza a poner alrededor de su habitación varias bombas para que se detonaran cuando intentaran entrar a su cuarto y así las pruebas que habían de él desaparecerían, además de encargarse de un par de centinelas de justicia. Entonces en el momento que escucha en el pasillo voces y pasos, abre la ventana, se sujeta de la escalerilla y cuando comienza a bajar el cuarto explota, John era tan meticuloso que su rostro lo había cambiado a uno nuevo para que nadie lo reconociera.

En el edificio las personas entran en pánico y más policías entran al complejo, era el momento ideal para escapar y cuando baja hasta el callejón para mala suerte de él, uno de los hombres del escuadrón de justicia que vigilaba la callejuela lo ve y lo llama.

- ¡Hey tú!

John lo primero que hace al ver que el policía se acercaba fue escapar por el otro extremo del callejón, este corre hasta donde había una reja y la escala sin problemas en unos segundos y salta hacia el otro lado. El sujeto intenta alcanzarlo, pero demora en pasar la verja, John a pesar de estar herido aún tenía una gran agilidad. Además no tenía tiempo para preocuparse por sus heridas, solo debía huir sin importar si se abrían, corre un par de cuadras escapando de las patrullas, piensa que llegar a la base espacial sería un problema, las calles estaban infestadas de los emisarios de la paz y el escuadrón de justicia, todas las organizaciones estaban en alerta por el robo informático del día anterior, en estos casos se detenía a cualquier persona que fuera sospechosa y se hacían controles en las calles verificando los chips de los ciudadanos. John antes de llegar a su hotel había llamado bastante la atención, no solo la del taxista también de las personas que se encontraban en el lobby cuando había caminado hacia su habitación varios de ellos se habían quedado helados al ver sus ropas con sangre, cualquiera de ellos pudo haber llamado al escuadrón de justicia y haber entregado su localización, para John estaba claro, que ahora era un sospechoso potencial, debía tener cuidado hasta llegar a la nave. Es entonces que da vuelta su chaqueta que al reverso era de color ploma, saca de su bolso unos lentes oscuros, saca unas pequeñas bombas y se las echa a los bolsillos, además que vuelve a cambiar su rostro con un aparato y la verdad es que no volvió a tener problemas hasta que llega a la base aeronáutica.

El Emperador de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora