Cuando llego a mi casa, tras haberme comido las miradas reprochables por parte de mis padres, tumbada en mi cama, repaso los acontecimientos del día de hoy.
No puedo evitar sentirme culpable por el desastre en la cama. Alex era virgen, nunca había llegado a usar el condón. Yo a medias, pero sin duda quien más controlaba la situación era él. Yo solo era un manojo de nervios e inseguridades. Yo solo sé que me encanta y que ahora más que nunca quiero que todo salga bien, por parte de ambos. Estos días han sido mágicos, una navidad para recordar. ¿Pero después qué? ¿Cuando volveremos a vernos?
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Distancia
Teen FictionNo cree en el amor. O al menos hasta que lo conoce a él. Todo es perfecto quitando el hecho de que los separan 1,756.95 kilómetros. Esta es la historia de mi primer amor, del chico del que me enamoré como ya no lo hacen. Afrontamos una dura relación...