El Nuevo Mundo (Almas Perdidas II)✔️ [En librerías el 1 de Junio]

[1] Los Durmientes

[ I ]

Morgan Von Buzten.

Una semana después de la Purificación del Mundo.

Mentira.

¡Es una mentira!

Esa voz...

Una sonrisa retorcida se expande en mi mente, mostrando un par de colmillos afilados, sangre goteando de ellos.

Dolor...

¿Por qué duele? ¿Qué duele? ¿Qué esta pasando?

Estoy tan cansada, tan débil, ¿A dónde se ha ido mi energía? Mi mente sigue ahogada en oscuridad, algo importante pasó, algo... que no puedo pensar ahora. Dedos helados se enroscan alrededor de mi cuello, cortando mi respiración. No.

Morgan...

No puedo respirar, ¿Por qué no puedo moverme? La mano aprieta mi cuello con aún más fuerza, los huesos crujiendo, quebrándose, ahogándome en mi propia sangre. Intento luchar, pero solo puedo toser sangre, su sabor metálico llenando mi boca.

Con todo mi esfuerzo, abro mis ojos de golpe, tosiendo con desesperación, aspirando aire en mis contraídos pulmones, estirándolos, mi pecho subiendo y bajando. Algo caliente gotea de mi mentón y me limpio con la parte de atrás de mi mano, no necesito ver para saber que es sangre.

Siento un coágulo de sangre en mi garganta y toso, escupiéndolo, completamente asqueada.

¿Por qué estoy sangrando? ¿No ha sido un sueño?

Estoy empapada, mi largo cabello pegado a los lados de cara. Estoy sentada en el suelo, agua debajo de mi, poco profunda, si me levanto probablemente apenas llegue a mis talones. Levanto mi mirada para darme cuenta de que no tengo ni idea de donde estoy.

Frío...

Una ligera brisa de aire helado roza mis expuestos brazos y me da escalofríos. Me pongo de pie, ojeando mi alrededor, solo oscuridad, unas pequeñas luces verdosas iluminan un camino, de dos en dos, como si me guiaran y camino entre ellas, mis pasos creando ondas en el agua, las líneas de las mismas brillando con el reflejo de la luz verdosa. Al caminar, me doy cuenta de lo mucho que este lugar me esta debilitando, es como si absorbiera mi energía.

—Finalmente has llegado.— una voz femenina suena a mi alrededor, y me detengo de inmediato.

—¿Quién esta ahí?— mi voz es un susurro, un reflejo de mi debilitado estado, —Muéstrate.

—Morgan Von Buzten, la segunda de nuestra especie que llegó a realizar la Purificación.

¿Nuestra especie?

Arrugo mis cejas, girándome constantemente, tratando de ver donde esta criatura. Abro mi boca para preguntarle pero ella vuelve a hablar.

—Pronto ya no podrás despertar, te quedarás aquí.