Desde ahora todo aquello que diga debe tener evidencia que lo respalde y dos testigos que lo verifiquen, porque ella ya no le cree. Y no le cree porque la ha llenado de mentiras y amoríos falsos, lo pone en tela de juicio porque su base han sido los engaños para tenerla junto a él, se ha reído en su cara por confiar en él y ha usado todo aquel acto de devoción que tiene con él para sacar provecho de la situación. Y me siento muy mal por él, porque la ha llevado al extremo, porque aunque ella le brinda palabras cálidas y de compresión, está dentro de ella gritando "Ésta vez no te creo nada", y lo deja, lo deja seguir con ese número de teatro que ha montado, lo deja seguir hasta que el telón rojo baja y se quita la máscara, y muestra al ser corrupto que hay en él, aquel que está lejos de amarla pero con tal de follarla y no soltarla, le escribiría poesía a diario y la llevaría a esos paseos que dan todos aquellos enamorados, en senderos verdes o en las noches y regalando estrellas que no les pertenecen. Y es lamentable que la haya llevado al punto de dudar de él, pero ha arrastrado sus miedos y dudas, los dejó entrar a la casa que era sólo de ellos, dejó que se sentaran en la mesa y se quedaran como inquilinos durante el tiempo que desearan quedarse. Pero ella perdió ese lado que tolera todo, y no le cree, de ser una flor marchita a falta de amor y extasiada en mentiras pasó a ser una bomba de tiempo, y sólo queda esperar a que estalle, le prenda fuego al telón y a todo el teatro, con él adentro.
