Me sentí tan valiente al soltarte, al aceptar que tú, amor mío, eres lo más extraño y desenfrenado que me ha pasado, y por extraño no hablo de algo malo, por el contrario, en todo esto tú eres un híbrido, no eres ni blanco, ni negro, te mantienes en gris. Eres la mezcla perfecta entre lo que se quiere y no se debe permitir, entre lo dañino y lo adictivo, porque jamás eres totalmente bueno o malo. Soltarte ha sido probablemente la decisión más pesada y valiente que he tenido que tomar en mi corta vida, y vamos, tú y yo sabemos que he tenido que tomar muchas, pero amor mío, tenemos público y debemos contarles porque hablo de ti como un cristo pagano, como un amor con sabor amargo, como salsa agridulce; El amor de mi vida, enfócate en ese punto para poder explicar tu lugar exacto en la historia. El amor de mi vida, bonito, desenfrenado, crudo, amargo, doloroso, reconfortante, alentador, destructor, mentiroso, ojos lindos, palabras suaves, caídas fuertes, gritos, peleas, rencores, sonrisas fingidas, abrazos protectores, gargantas ardiendo y pieles chocando, aquí y allá, pero nunca aquí o allá.
"Porque tu mano y mi mano, más un bolsillo para el alma es suficiente"
Dueles y palpitas, tenerte ha sido mi mejor logro, pero soltarte mi mejor hazaña, como un grito de independencia, como el fin de la incesable lucha entre mí amor y el tuyo. Renunciar a ti, a tu compañía, a tus besos, a las miradas acusadoras, a los toques discretos e indiscretos, y en general a tu ser me tiene devastada, tranquila y con un llanto incesable, escuchando canciones donde te busco y sin tardar mucho te encuentro, dedicándote páginas y con el corazón pesado, tengo mucho, pero entre ello no tengo ganas de tenerte de vuelta.
