Creatures

II - Hogwarts

Abrió sus ojos vacíos ante el frío aire que impactaba contra su cara. Se cubrió con su bufanda de color verde, suspiró con molestia mirando el cielo donde caían pequeños copos de nieve.

-¡Harry! ¡Harry!- Una pequeña hada de cabellos celestes se acercó volando al pequeño niño de once años con una carta en su mano.

-¿Qué ocurre, Tiffany?- Preguntó volteando su mirada hacia la pequeña hada que mantenía una gran sonrisa.

-¡Tu carta! ¡Es tu carta para ir a Hogwarts!- Harry rodó sus ojos apoyándose contra el árbol que se encontraba detrás suyo y sentándose.

-No quiero ir a Hogwarts- Gruñó molesto. Ocultándose bajo su bufanda mientras su cabello cambiaba a un furioso color rojo que rozaba al negro.

-P-Pero es muy importante ir a Hogwarts, pequeño Harry. Allí aprenderás mucha magia de la que ya sabes y ahí es donde los magos aprenden todo lo que saben- Argumentó con voz suave la pequeña hada.

-Me da igual... No quiero ir.

-Harry...- Murmuró con voz triste- Desde que tus padres murieron cambiaste mucho. Parecieras otra persona- Susurró con un puchero- Dime, ¿porqué no quieres ir?

-Simple, soy el elegido y se supone que estoy muerto. Prefiero mantener el perfil bajo, Tiffany. Además, no quiero alejarme de ustedes. Sabes que desde que murieron mis padres decidí vivir con todos ustedes aquí en el bosque. No entiendo porqué quieres que vaya a Hogwarts.

» Sabes muy bien que desde pequeño jamás quise ir, en especial porque seguramente me utilizarán por ser "el gran elegido". No deseo nada de eso, pequeña. Y sobre aprender más magia, tú bien sabes que estoy bien aprendiendo con ustedes.

-¡Harry!- Reprochó molesta- ¡Debes ir! Aparte de que en el Bosque Prohibido hay varias especies que desean conocerte, podrás vengarte de quienes mataron a James y a Lily- Harry frunció su ceño molesto.

-Puedo tranquilamente vengarme sin necesidad de ir a Hogwarts.

-¿Pero qué harás con las demás criaturas del Bosque Prohibido? Ellos te quieren ver y estar contigo, necesitan de tu presencia. - Murmuró con voz convincente.

Harry se puso de pie con su cabello de color azul, mostrando una mirada triste.

-Lo sé - Susurró -Pero puedo hacer una aparición en el Bosque Prohibido y ya.

-No, Harry. No se puede aparecer en Hogwarts- Murmuró.

-Bueno, entonces tomaré mi forma de hada y visitaré el lugar, ¿sí?- La hada, un poco más convencida asintió.

-Bien, respetaré tu decisión, Harry- Sonrió levemente alejándose del niño con la carta aún en sus pequeñas manos.

Para ninguna criatura era un secreto que Harry no deseaba estudiar en ningún tipo de escuela de magia, se desconoce la razón, pues, siempre se negó a decirla. Pero ellos respetaban su decisión de no asistir aunque ellos prefirieran que vayan porque de esa manera tendría una mejor educación que con ellos. No obstante, no había manera de hacerlo cambiar de opinión.

-Harry- Una ninfa de cabello rubio y voz seductora se acercó al niño de vacíos ojos verdes quien al verla le sonrió leve.- Oí que Tiffany te intentó convencer para ir a Hogwarts, ¿te irás? - Preguntó con voz cantarina.

-No, no me iré. No los dejaré solos.

-Entiendo. Pero ten en cuenta algo, Harry. Aquellas criaturas del Bosque Prohibido estarán solas, no creo que tú quieras eso, ¿no?

-No, no quiero eso- Negó - Por eso tomaré forma de hada y los visitaré en cuanto las clases comiencen sin tener que asistir.

- Entiendo, pero ten en cuenta que Hogwarts tiene un hechizo para no localizar la escuela. ¿Cómo harás?- Preguntó con preocupación

-No te preocupes por eso, Saori. Yo encontraré la forma para romper ese hechizo y poder encontrar a Hogwarts sin problemas- Le sonrió ante la preocupación de la ninfa y tomó camino hacia su cabaña.

•••

El tiempo pasó y el 1 de septiembre llegó, haciendo que Harry sonriera suavemente ante el pensamiento de conocer nuevas criaturas que serán sus amigas.

Se puso de pie y salió de su cabaña tomando camino hacia el lago cristalino que se encontraba a unos minutos donde estaban Tiffany y Saori esperando para despedirse de él.

-Adiós, Harry. Que te vaya bien en este viaje- Tiffany sollozó abrazando el dedo que Harry le extendía en señal de adiós.

-Nos veremos pronto, chicas- Tiffany y Saori asintieron con un sollozo.

Harry asintió con una sonrisa triste y tomó forma de una pequeña hada de cabello azabache y alas brillantes y hermosas, no medía más de treinta centímetros.

-Bien, espero que me vaya bien de ahora en adelante en mi estadía "ilegal" en Hogwarts- Murmuró para si mismo tomando camino hacia donde, según su hechizo de localización, se encontraba la mejor escuela de magia y hechicería.

Pobre Harry, no sabe lo que le espera.