Creatures

IV- Harry James Potter - Maratón

—¡Harry James Potter!— Todos quedaron sorprendidos ante lo dicho por McGonagall, incluso ella.

"Demonios... De seguro fue Saori... Maldita"

Dumbledore al escuchar ese nombre sonrió alegre al saber que su niño estaba sano y salvo.

Un pequeño de baja estatura y con su vestimenta más grande que la que debería ser caminó hacia los escalones que daban al Sombrero Seleccionador. Se notaba molesto ante la atención y sus ojos verdes como el Avada Kedavra estaban vacíos. Su cabello azabache estaba todo desarreglado y un bello lunar en forma de estrella se posaba en su mejilla llamando la atención de varios.

—Al parecer tu estrategia no funcionó, pequeño — Se burló el sombrero en su mente haciendo que Harry rodara sus ojos— Bien, teniendo en cuenta que no deseas estar aquí, decidiré yo la casa ya que ni siquiera sabes eso. Noto gran astucia, inteligencia, auto-preservación y, sobre todo, ingenio en ti, niño. Así que ya tengo decidido tu casa— Sonrió de lado.— ¡Slytherin!— Todos jadearon sorprendidos, incluso las serpientes. En cambio, Dumbledore sonrió.

"Lo sabía... Desde pequeño se comportaba como toda una serpiente"

Sonrió alegre y aplaudió con una sonrisa siendo seguido por un hombre de cabello grasoso negro y la casa de las serpientes.

Harry suspiró con molestia y tomó camino para sentarse a un lado de un chico rubio bien peinado.

—Que asco... Un mestizo en nuestra casa — Arrugó su nariz y se separó un poco del azabache. Harry se mantuvo en silencio y se encogió de hombros.

Tras ser todos sorteados a sus casas, la cena comenzó. Harry comía en silencio ignorando los insultos por parte del rubio y algunos otros compañeros de casa por ser mestizo.

Por ahora no quería problemas.

Sus ojos se centraron en un profesor que poseía turbante. Ese era el hombre que bebió la sangre de ese unicornio. Frunció su ceño al verlo mientras el hombre simplemente le sonrió.

Definitivamente iba a quedarse hasta deshacerse del parásito que controlaba a su profesor y así salvar a esos unicornios.

•••
Harry Potter's POV

Suspiré con cansancio al llegar a donde sería mi nueva habitación. Afortunadamente, no la compartía con nadie.

Todavía sigo sin creer el gran descuido que tuve al pelear con ese tipo y haber curado a ese unicornio sin asegurarme que no hubiera nadie cerca... Con suerte el semi-gigante no me vio curando al unicornio.

Si tan sólo hubiera sido más cuidadoso no estaría dentro de esta estúpida escuela donde no deseaba estar.

Desde que mis padres fallecieron a manos de quién-sabe-qué, me negué a asistir a Hogwarts. La razón era simple, era el elegido y no deseaba ser utilizado para lograr un objetivo.

Yo deseaba salvarme a mí mismo y asesinar a quien asesinó a mis padres, simplemente eso. Me daba igual el bando de la luz y la oscuridad, la guerra y todo eso.

Sí, soy un egoísta, pero ¿qué más da? Lo único que me interesa son las criaturas que están a mi cuidado y mi pareja (quien se supone que una vez cumpla mis doce años, seré capaz de encontrarla al ver que mi lunar brille).

Desde que ellos murieron todo dejó de importarme y me centré en lo mío que era estar con las criaturas, estar con mi pareja y vengarme de quienes los mató.

Me acosté en mi cama y cubrí mis ojos con mi brazo, cansado. Volar durante tanto tiempo agota mucho aunque no lo parezca.

Mañana empezaría mi primera clase en Hogwarts, espero que me enseñen algo que no sepa y que las chicas no me hayan enseñado, al menos eso serviría para algo, y sobretodo tener pronto mi primera clases de DCAO, donde soy muy bueno.

También tendré que investigar mucho en la biblioteca sobre parásitos para así liberar a mi profesor y deshacerme de ese maldito que lo controla. Sé que no será un trabajo fácil, así que espero aunque sea hacerme una idea de lo que es.

Maldita sea mi suerte de encontrarme a este tipo y sobretodo de caer aquí.