Hoy va a ser un gran día. Pase lo que pase va a cambiar algo.
Busco la pequeña caja roja aterciopelada y la abro admirando el precioso anillo de compromiso que le he comprado a mi chica. Espero que acepte casarse conmigo.
Antes abría jurado que me daría el "sí quiero" sin dudarlo pero desde lo del secuestro ya no estoy seguro de nada. Aún está muy afectada y tiene muchos altibajos que hacen que sea más difícil una total recuperación.
He quedado con ella en que pasaré a recogerla y la llevaré a cenar, ahí tendré mi oportunidad.
Lo que menos me gusta de todo esto es dejar a Jessy sola. Hace tiempo que no es la misma de antes, se pasa el día sería, triste, sin ganas ni de salir de casa...
–Buenos días hermanito –me saluda irrumpiendo en mi habitación con energía, me apresuró a esconder el anillo para que no lo vea, solo se lo diré si me da el sí, y no se aun como se lo va a tomar, con mi hermana todo es imprevisible.
–He salido a correr y de paso te he comprado unos cruasanes para desayunar –anuncia con una gran sonrisa acercándose a mí para darme un sonoro beso en la mejilla.
–Que guapo esta hoy mi hermano –afirma orgullosa peinándome el pelo con sus dedos. La miro bastante extrañado por su cambio de humor–. Venga vamos a desayunar –me apremia estirando de mi mano. Va tarareando canciones, pegando saltitos como solía hacer, parece que ha vuelto a ser la de siempre.
–¿A qué se debe que estés hoy tan rebosante de alegría? –pregunto esperando que no cambie después de la pregunta. Me mira como sorprendida.
–Estoy como siempre.
–No como últimamente...
–Bueno puede ser, pero es que no tengo ganas de lamentarme más. Además, esta tarde he quedado con las chicas y quiero pasarlo muy bien.
–Me alegro mucho de eso nena, no sabes lo mucho que me alegro de que por fin te estés animando, además me quitas un peso de encima con lo de que hayas quedado porque esta noche salgo con Marta y me daba cosa dejarte sola asi como estabas.
–No te preocupes puedes salir tranquilo. Yo voy a estar genial.
–¿Qué planes tenéis? –pregunto interesado. No me mira a la cara, prepara las cosas del desayuno mientras contesta.
–Nada en especial, solo salir juntas.
–Está bien, ¿vendrás a casa a dormir?
–Claro que sí.
–Yo quizás llegue algo tarde espero que no te moleste.
–¿Cómo me va a molestar? Pásatelo bien hermanito –indica girándose hacia mí para mirarme con una sonrisa de oreja a oreja.
–Gracias nena, tú también pásatelo bien y sobre todo ten el móvil a mano y mándame algún mensaje para saber que esta todo bien ¿vale?
–Claro, como hago siempre, no te preocupes por eso –responde guiñándome un ojo. Recoge la mesa del desayuno, friega las tazas y se marcha a su habitación. No me puedo creer este cambio, solo espero que no esté actuando.
Pasamos el día trabajando en el gimnasio, últimamente hago que venga todos los días con la excusa de que hay mucho trabajo y me tiene que ayudar, en realidad mi objetivo es que no se quede en casa sola para que no siga sumergida en su mundo de desanimo. En el gimnasio la veo sonreír distraída y encima es buena en esto, podría contratarla y tendría una muy buena profesional, pero yo quiero para ella algo mejor, quiero que siga estudiando y si en un futuro quiere volver aquí, estaré encantado de tenerla conmigo.
ESTÁS LEYENDO
UN MILLÓN DE AMIGOS
RomanceUna idea loca. Un viaje. Un hermano con una paciencia infinita. Todo mezclado en una historia cargada de optimismo, amor, amistad y mil cosas más que descubrirás a través de los ojos de su protagonista. Una chica valiente, fantasiosa, divertida, tor...