Tengo que explicar mil veces a todos mis amigos, lo que he visto y lo cuento como si hubiese sido una película de acción y lo más curioso es que en mi cabeza he acabado por verlo así, como una película que vi hace unos días, eso me da fuerzas para superarlo a pesar de que aún me despierto algunas noches escuchando el horrible estruendo del disparo.
Brian no entiende porque Marta no quiere verlo todavía. Trato de explicárselo, pero no quiere comprender lo que siente, creo que piensa que ya no le quiere o que esta resentida porque no evitase lo que pasó. Como si hubiese tenido oportunidad...
Lo único bueno de lo ocurrido el día del juicio, es que ahora Marta acepta que la visite, eso en parte es una oportunidad para mi hermano, porque me convierto sin quererlo en un hilo conductor que los mantiene unidos aunque no se den cuenta. Se que antes lo odiaba, no soportaba verlos juntos, pero ahora es lo que más deseo. Tengo muy presente que va a ser tarea difícil que vuelvan a como estaban antes porque ella está muy mal, ni si quiera puede estar sola, no sale de casa y está muy medicada para los nervios. Maldito Raúl.
Sobrevivió al disparo, ha estado en cuidados intensivos o al menos eso es lo que nos ha ido contando J.J. pero al final esta mañana recibimos la noticia de que ha fallecido. Me alegro, seré mala por sentirme bien ante esa noticia, pero me alegro y por las dos partes, porque ha muerto una de las peores personas del mundo y porque Débora será condenada por asesinato.
–¿Y no te alivia el saber que ha muerto? –le pregunto a Marta una tarde que estoy con ella en el salón de su casa. No sé cuántas veces he insistido, siempre que vengo a verla trato de convencerla para que vea a mi hermano.
–Me alivia, no digo que no, pero eso no significa que pueda olvidarlo todo.
–Pero ya puedes salir de casa sin miedo.
–No puedo –contesta tajante.
–No lo comprendo –exclamo perdiendo la paciencia por momentos, se supone que ya debería estar curada, ese horrible ser a muerto, Raúl ya no es una amenaza.
–Lo sé, pero es complicado, no sé porque, pero cuando voy a salir me muero de miedo, me cuesta respirar, me pongo nerviosa...
–Entonces... ¿Puede venir Brian a verte?
–No Jess, no puedo verle.
–¿Pero por qué no? No lo comprendo –pregunto cansada.
–¡Pues porque no! ¿O acaso quieres que te cuente lo que me hizo ese monstruo? ¿Como me sometía una y otra vez sin importarle lo más mínimo si me hacía daño? –relata cabreada con lágrimas en los ojos. Soy incapaz de hacerle callar, no quiero saberlo, no quiero escucharla, me horroriza todo esto, pero no sé cómo decirle que lo deje estar, he insistido tanto que ahora está cabreada conmigo–. Me tuvo atada con unas cuerdas que me cortaban la circulación de las manos, no te imaginas lo humillante que era tener que ir al baño, aceptar la comida que me metía en la boca con sus sucios dedos... como me lamia, me mordía y me besaba lascivamente, como me sodomizaba... Lo veo sobre mí a todas horas, lo veo en todas las esquinas, en los espejos... siento su aliento sobre mí, lo huelo todo el tiempo. Me despierta a media noche golpeándome con su cinturón, arrastrando sus desgarradoras uñas por mi espalda... Jess no puedo, no puedo volver con tu hermano después de esto. ¡Jamás voy a volver a ser la de antes! ¡Jamás podre estar con otro hombre!
No consigo reaccionar, no sé qué decirle. Las lágrimas que se agolpaban en mis ojos salen desbordadas al final. Es horrible.
Marta se mete en el baño y yo me marcho sin decir nada, ha sido su manera de castigarme por lo pesada que me pongo insistiendo, no puedo culparla, pero ahora tengo encima una pesada carga que no sé cómo sobrellevar, podía imaginar en cierto modo lo que vivió en esa caravana, pero ahora sé exactamente lo que pasó y es la peor de las pesadillas.
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UN MILLÓN DE AMIGOS
عاطفيةUna idea loca. Un viaje. Un hermano con una paciencia infinita. Todo mezclado en una historia cargada de optimismo, amor, amistad y mil cosas más que descubrirás a través de los ojos de su protagonista. Una chica valiente, fantasiosa, divertida, tor...