6. Since 001

116 13 0
                                    


BROOKE POV

La desgracia aún persigue a este pueblo, el ambiente está más pesado de lo común, en él se puede sentir la tensión que viaja por cada calle de este sombrío lugar.

Las personas tienen miedo, tienen miedo de ser los siguientes en la lista -Si es que hay una- desean que esto se acabe de una vez, antes de que acaben con ellos.

Pensaron que estaban a salvo y hoy en día, a vuelto el diablo.

No puedo dejar de pensar en la situación actual del pueblo, es inevitable, pero en este momento lo más importante debe de ser él.

Llevo tres días sin saber de King, lo llamo, le escribo y cada vez que iba a su casa me decían que no estaba. Entiendo que la este pasando muy mal, pero yo solo quiero ayudarlo a seguir adelante.

Él estaba progresando hasta el día en que le dijeron que desenterrarían a May, necesitan su cuerpo para hacer más investigaciones; Al ya no tratarse de un asesinato por venganza, sino más bien de un asesino serial, dejarán el cuerpo de May y el del padre de Damián en la morgue hasta tener más pistas sobre quién puede ser.

Estoy a unas pocas casas de la King, voy con toda la disposición de animarle un poco, hoy tengo que hablar con él si o si.

Me detengo en la puerta de su casa, sin pensarlo dos veces toco el timbre y esperó a que me abran. Juego con un mechón de mi cabello en este tiempo, estoy algo nerviosa.

No pasa mucho tiempo para que me abran, la madre de King está con un delantal el cual tiene muchas manchas de comida en él, debe de estar preparando alguna nueva receta.

—Buenos días señora Sun, ¿Está King? —Digo rápidamente sin dejar de jugar con mi cabello, la señora Lee me sonríe levemente y limpia sus manos en el delantal.

—Brooke, linda, pasa por favor, King está en su habitación —Se hace hacia un lado de la puerta para que pueda pasar—. Me alegra verte por aquí.

—Me alegra volver —Digo una vez ya estoy adentro, me quito el abrigo negro que traigo y lo cuelgo en el perchero—. Estoy preocupada por King.

—Nosotros igual, no ha querido salir de su habitación hace días, ni quiere hablar, con suerte come y eso si es grave, sabes lo comelón que es —Río levemente, pero de la señora Lee solo sale un suspiro—. Tal vez tu visita lo anime más.

—Eso intentare —Le doy una pequeña sonrisa, camino hacia las escaleras con mucha disposición de recuperar a mi novio.

—Brooke, linda —Sun me llama antes de que pueda poner uno de mis pies en el primer escalón, la volteo a ver con un poco de intriga—. Los zapatos.

Miro mis pies y aun tengo puestas mis botas negras, a la señora Sun no le gusta que se ande con zapatos por la casa, son tradiciones.

—¡Oh! Lo lamento —Digo y me devuelvo hasta donde está el perchero, me quito mis botas y las dejo al lado de este.

Un vez los dejo donde deben de estar, emprendo de nuevo mi camino hacia la habitación de King. Una vez estoy al frente de su puerta sin pensarlo dos veces toco en ella, después de unos segundo sin respuesta decido volver a tocar en ella, sigo sin obtener respuesta y me voy desesperando, tocó una última vez, pero mucho más fuerte que antes, unos segundos después al fin logro que me abra.

La maldición de SallowoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora