7. Puzzle

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JAKE POV

Damián comenzó a delirar por la perdida de su padre, ahora se cree detective y piensa poder resolver algo que ni los mismos oficiales con experiencia han hecho. Entiendo que está mal, pero hurgar en la oficina de mi padre sólo acarrearía problemas en nuestra relación, y sinceramente, ya está lo suficientemente tensa.

Además, ¿Cómo tendría que ver con todos cuando apenas han habido dos asesinatos?

No quiero decir que no sean importantes, o qué dos muertes no sean suficientes. Sin embargo, cómo relacionar dos muertes con los familiares de dos grupos diferentes, sobre todo por el hecho de que las víctimas no tenían parentesco con el resto, no lo sé, tal vez no quiero creer su teoría.

Siento un delicado tirón hacia el frente en la manga de mi camisa.

—Jake, pasa, el semáforo está en rojo.

Julieta va caminando a mi lado, no hace mucho salimos del instituto, esta vez, decidimos caminar hasta mi casa, ella me ayudará con el plan de Dam.

Sonrío como si así pidiera una disculpa, en cambio, ella para el caminar una vez llegamos al otro lado de la calle y me mira de una forma seria.

—Si no quieres hacerlo, no lo hagas, no estás obligado.

Dio justo en el clavo.

Aún así, la curiosidad por ver y saber más de lo permitido por mi padre me carcome, y aunque una gran parte de mí advierte que es una mala idea, la otra pide a gritos descubrir mucho más.

—Es como un debate interno, Juli, quiero indagar en la oficina, es verdad, pero temo ser sorprendido por él —Hago una pausa y procedo a humedecer mi boca—. Simplemente, no me conviene ser descubierto.

—Estaremos pendiente de todo, y seremos cautelosos —Asiento mientras comienzo a caminar de nuevo a casa—. No te mentiré, también me está matando la curiosidad.

—Lo sé, Juli, te entiendo.

...

Unos minutos más, y ambos estábamos de pie en la puerta de mi casa.

Saco las llaves de mi bolsillo y procedo a abrir la puerta.

Una vez dentro, pongo el plan en marcha.

—¿Papá? —Hablo lo suficientemente fuerte, por muchos lugares, comprobando si está.

Al no recibir respuesta, asiento y me dirijo con Julieta hacia la tan misteriosa oficina.

La puerta, para nuestra suerte, está entreabierta y podemos pasar fácilmente.

Me dirijo al escritorio y comienzo a buscar con el mayor de los cuidados, archivos o noticias relacionadas en este.

—¿Tu papá guarda en ese escritorio archivos viejos? —Aunque mi papá no se encontrara en casa, Juli hablaba en voz baja.

—No, aquí están los recientes, normalmente los archivos antiguos los mete en una caja —Respondí y dejé de buscar en el escritorio.

—Jake, yo no veo cajas.

—Deben estar guardadas, pero estoy seguro de que mi papá clasifica archivos y periódicos viejos en cajas —Comienzo a pensar o a tratar de recordar, dónde podrían estar.

Aunque su oficina fuera un poco grande, él no posee más que su escritorio y algunos armarios para guardar ropa junto con algunos implementos, sin embargo, los armarios no son lo suficientemente grandes como para almacenar veinticinco años de carrera.

La maldición de SallowoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora