Capítulo 3

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El grupo ruidoso de los hazers de tercer año de ingeniería habían regresado por fin después de una cuantiosa cena, ahora habían aterrizado en el apartamento de Arthit con el fin de tomar un par de cervezas y hablar sobre sus proyectos y actividades de novatadas. Dae estaba sentado en su escritorio ocupándose de sus tareas, afortunadamente estaba acostumbrado a los ruidosos amigos de su hermano mayor así que para él era fácil ignorarlos y trabajar en lo suyo.

Arthit por su parte estaba un poco distraído por otros motivos, bueno un motivo en específico, un motivo alto de ojos y cabello negro, de piel bronceada y un motivo muy atractivo si le peguntaban a él, su nombre Kongphop y la razón de su distracción era el recuerdo de lo sucedido más temprano ese día. Había estado observando a Kongphop sin que nadie se diera cuenta, lo había estado viendo en cada momento libre que tuviera y podía decir que el chico era tímido a pesar de lo que otros pudieran decir al ver como se acercaba a los mayores se le notaba en su ligero sonrojo, como al empezar a hablar la voz le temblaba un poco y como se notaba que sus manos temblaban mientras sudaba un poco, y aun así hoy cuando se acerco a él a pedir su firma, a pesar de que todos los síntomas estaban presentes aun así el brillo en sus ojos era diferente, y eso le intrigaba y le gustaba por partes iguales. Agradecía la oportunidad de obtener una forma de acercarse un poco más al novato.

- Thit... ¡¡Arthit!! – La fuerte voz de Bright lo saco de su ensueño, al parecer llevaban rato llamándolo – ¿En qué nube andas? Llevo como 5 minutos hablándote y tú me has estado ignorando

- Bueno... nadie puede culparlo por ignorar tu horrible voz – Toota dijo mientras le daba un sorbo a su lata de cerveza

- Ojala todos pudiéramos hacerlo – completo Prem mientras comía uno de los bocadillos que Knott había puesto para ellos

Knott, Dae y Arthit rieron ante las bromas de los otros dos mientras Bright les lanzaba papitas a ambos. Arthit había olvidado por un momento donde estaba y que su hermano y sus amigos seguían ahí. Kongphop ocupa mucho últimamente su mente.

Un vaso de leche rosa fue colocado frente a él mientras la lata de cerveza desaparecía. Volteó hacia su hermano y fue recibido por una sonrisa.

- No puedes emborracharte y ya es tu tercera cerveza, sabes... hoy no pareces estar enfocado – Arthit no se había dado cuenta de que ya llevaba 3 cervezas y agradecía a su hermano menor, no quería tener que enfrentarse a una resaca al día siguiente.

- Gracias Dae – se puso de pie para revolver su cabello y bebió de su leche rosa – Vale, ¡alto! – utilizo su voz de hazer para tranquilizar a sus locos amigos, Bright se quedo con unas papitas en la mano mientras Prem lo tenía agarrado del cuello y Toota se escondía detrás de los grandes músculos de Knott – Tenemos cosas que hacer, así que dejen de jugar y comencemos con el proyecto – Sus amigos inmediatamente dejaron los juegos, Bright se metió las papitas a la boca y se las comió, Prem soltó a su amigo y Toota salió de detrás de su musculoso amigo luego se sentaron para empezar tal y como su líder había dicho, por algo Arthit era el líder indiscutible del grupo y Dae estaba orgulloso de eso.

Kong estaba sentado en la sala de estar mientras sus amigos preparaban la cena, aun tenía su libreta aferrada en sus manos, por fin le había caído el veinte de lo que había hecho esa tarde en la cafetería con su P'Arthit, ahora se preguntaba de donde había salido el valor para ir y pararse frente a sus mayores y pedirle la firma a P'Arthit, aunque si era sincero lo que más le sorprendía era lo fácil que había sido obtenerla, o sea solo pidió su número de teléfono y su foto... Por todos los dioses P'Arthit le había pedido su número y ahora este lo tenía, estaba entrando en pánico.

Pete y Em estaban algo preocupados por su amigo, toda la tarde había estado en un extraño trance, Pete aun no podía creer lo que Kong había hecho y Em menos aun, pues P'Arthit era terrorífico, solo de recordar a su mayor un escalofrío recorrió su columna.

- Iré a llamar a Kong – dijo Pete a Em antes de dirigirse por su amigo, entro en la sala donde se encontró a un tembloroso Kong - ¡Kong! – llamó a su amigo, este volteó y Pete pudo notar su palidez y su alta sudoración, corrió hacía su amigo saltando el sofá al reconocer el inicio de un ataque de pánico en Kong, algo de lo que padecía desde el accidente. - ¡Em trae un vaso de agua ya! – gritó hacia la cocina mientras trataba de relajar a Kong mientras tomaba su mano y la masajeaba suavemente.

Em entro inmediatamente con un vaso de agua que hizo que Kong bebiera, no era el primer ataque que vivía con Kong, en cuanto Kong termino el vaso de agua corrió a abrir las ventanas para que el aire circulara mejor en la habitación.

Un momento después Kong estaba más tranquilo, había controlado su respiración y ahora se sentía mejor.

- Gracias chicos – se dirigió a sus amigos que no se habían movido de su lado

- No tienes nada que agradecer – Em y Pete le dijeron al mismo tiempo causando que los tres rieran – Venga, vamos a cenar – los tres fueron a cenar.

Después de cenar cada quien se dirigió a su habitación para prepararse para el día siguiente. Kong vio la libreta que no había soltado en ningún momento y empezó a revisarla ahí vio varios números escritos al lado de las firmas pero no le tomó importancia a ninguno salvo el que estaba anotado en la última página. Tomó su teléfono celular con dedos temblorosos ingreso el numero y lo guardo bajo el nombre de P'Arthit. Tiró su celular a su cama antes de salir corriendo al baño a tomar una ducha y lavar sus dientes, agradecía haber ganado la habitación principal, la cual tenía baño privado.

Después de ducharse y ponerse el pijama se dirigió a su cama, puso su teléfono a cargar y se metió debajo de la cobija cerrando los ojos y empezando a contar ovejas, después del accidente le habían quedado varios problemas y uno de ellos era que le costaba dormir. Es en estos momentos es cuando la tristeza lo dominaba y los recuerdos lo atrapaban. La muerte de sus padres fue un momento muy traumático que lo marcó grandemente. Aunque ya habían pasado varios años aun lo recordaba como si fuera ayer. Estaba agradeció por tener a Pete en su vida y el que la familia de este lo haya adoptado para cuidar de él. Ahora quería estudiar y poder devolverles aunque sea un poco de todo lo que le dieron. Por eso tenía la firme convicción de pasar por las novatadas sin mayor problema, aunque esto requiera tener que enfrentar a P'Arthit al día siguiente. Sin querer sus pensamientos volaron hacia su mayor y toda su interacción hasta estos momentos. Sin siquiera notarlo se quedo dormido y sus sueños fueron tranquilos.

Al día siguiente el sol salió, y como siempre sus suaves rayos dieron en el rostro de Kong haciendo que se levantara sin complicaciones. Inicio su rutina como cada día, saliendo a correr por su camino de siempre. De regreso paso comprando fruta fresca, tenía la idea de agradecer a sus amigos por su ayuda ayer.

Es cierto que cocinar no era lo suyo, pero hacer un jugo era su especialidad, un fresco y muy rico licuado de fresas con leche y avena no era nada complicado de hacer. Mientras sus amigos siguen durmiendo, él prepara un desayuno bastante simple pero lo hace con cariño y lo que está hecho con amor tiene un sabor mejor y más especial.

Termino de preparar el desayuno y subió para alistarse para un nuevo día en la universidad.

Unos pocos minutos después Em y Pete bajaron dispuestos a preparar el desayuno cuando encontraron la mesa lista con una jarra con una bebida de color rosa en el centro varias tostadas junto con varias cosas más, como jamón, queso, mermelada, mantequilla y crema. Estaban sorprendidos cuando escuchan pasos que se acercan a donde están, ambos voltean a ver a un Kong recién bañado y con una suave sonrisa.

- Sé que es algo simple y sencillo pero quería decir gracias – bajo un poco la mirada mientras decía esto. De repente sintió los brazos de sus mejores que lo encerraban en un fuerte abrazo, ambos estaban felices y se sentían orgulloso de su amigo. – Venga, vamos a desayunar – dijo mientras los alejaba un poco y los dirigía hacía la mesa para que pudieran comer los tres juntos antes de irse a la universidad y encontrarse con el resto de sus amigos.

Tenían un largo día por delante y sobre todo tenía que enfrentar a P'Arthit. Con un largo suspiro Kongphop entro a la universidad.

Dejame amarte porque me he vuelto loco por tu sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora